Todo el mundo conoce la historia de que un meteorito gigantesco impactó la Tierra hace casi 66 millones de años y fue el causante de la extinción de los dinosaurios. La gran pregunta e incógnita de los científicos a la fecha es que poco se sabe del “del lugar” en donde el asteroide se estrelló, aunque algunas hipótesis señalaban una zona de México.
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Pero, ahora existe nueva información. Científicos revelaron que el cráter puede estar debajo de la lava del campo volcánico de la meseta de Bolaven en Laos, nación del sudeste asiático.
La meseta de Bolaven, en el sur de Laos, mide unos 15 kilómetros de diámetro y no había sido descubierto hasta ahora porque está oculto en un inmenso campo de lava volcánica enfriada de 5.000 kilómetros cuadrados.
La información la detalló un artículo publicado en las actas de la revista National Academy of Sciences. El documento también revela que el meteorito que impactó con la Tierra tenía 2 kilómetros de ancho, y el impacto fue tan grande que los escombros se dispersaron a través de Asia, Australia y la Antártida.
Las primeras pistas que conducen al sitio del impacto provienen de pequeños objetos vítreos en forma de guijarros llamados tectitas.
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Un cráter de 15 kilómetros de ancho
“Su existencia significa que el meteorito que impactó era tan grande y su velocidad tan rápida que fue capaz de derretir las rocas que golpeó”, señaló a CNN el profesor Kerry Sieh, investigador principal del Observatorio de la Tierra de Singapur y uno de los autores del artículo.
“Ha habido muchos, muchos intentos de encontrar el sitio de impacto y muchas sugerencias, que van desde el norte de Camboya, el centro de Laos e incluso el sur de China, y desde el este de Tailandia hasta Vietnam”, dijo Sieh.
Según los cálculos de los científicos, el cráter de impacto oculto que produjo el vasto campo australiano de tectitas esparcidas tiene unos 15 kilómetros de ancho y 17 kilómetros de largo.
Pero aún queda mucho trabajo que hacer para confirmar la teoría.
Los científicos necesitarán “perforar unos cientos de metros para ver si las rocas debajo de las lavas son realmente las rocas que esperarías en un sitio de impacto, es decir, mucha evidencia de derretimiento y destrucción”, dijo Sieh.
La explosión e impacto del meteorito fue tan colosal que cubrió con escombros el 10% del planeta, desde Indochina a la Antártida oriental y desde el Océano Índico al Pacífico occidental.