Hace unos días la comunidad móvil estaba vuelta loca por el misterio del Huawei P40 Pro. El terminal no era nada del otro mundo hasta que se filtró una publicación que aseguraba que la unidad contaría con una batería de grafeno.
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Fue ahí que todo se volvió una locura. Porque de ser cierto se trataría del primer smartphone de la historia en contar con esta revolucionaría tecnología energética. Pero para la mayoría de los usuarios móviles nada tenía sentido.
Las baterías de grafeno son algo que resulta absolutamente ajeno en este momento para la población. Pero todo apunta a que podrían convertirse en el próximo sucesor de las baterías de iones de litio que todos usamos hoy en día.
Así que aprovecharemos esta oportunidad para explicar manera sencilla y breve de qué se trata todo esto.
Qué es el grafeno
A grandes rasgos el grafeno es una composición de átomos de carbono fuertemente unidos en una estructura de panal hexagonal.
Gracias a esa combinación de factores el grafeno cuenta con una sola capa atómica de espesor. Lo que lo dota de una enorme conductividad tanto térmica como eléctrica. Incluso por encima del cobre. Considerado antes como el máximo conductor metálico.
En ese sentido existe un amplio campo de potenciales aplicaciones para este material. Pero su bajo peso, su gran resistencia y su flexibilidad lo convierten en candidato perfecto para baterías de smartphones.
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Baterías de carga ultra rápida
Esas son las cualidades obvias del grafeno en cualquiera de sus variantes. Pero pensando en concreto sobre baterías para smartphone el asunto se pone aún más interesante.
Ya que todas las virtudes arriba descritas harían posible que una batería de este material se recargue al 100% en una fracción del tiempo que las baterías actuales. Durando mucho más tiempo activa.
En teoría una batería de smartphone elaborada a base de grafeno podría durar hasta 2 días en funcionamiento antes de necesitar recargarse.
Encima de todo su capacidad energética podría ser hasta un 60% mayor con un peso más ligero y menos problemas de seguridad. Simplemente no explotarían como las actuales.
El pequeño gran problema es que ninguna compañía ha podido descifrar aún cómo fabricar una batería de grafeno de bajo costo.
Y hasta que no lo logren será prácticamente imposible que los usuarios veamos una de estas en acción. Pero parece que sólo es cuestión de tiempo para que resuelvan el reto.