El Redmi Note 8 Pro de Xiaomi levanta una gran duda entre los entendidos fanáticos de esta saga, y es que la marca oriental, en vez de optar, como casi siempre, por un cerebro Snapdragon de Qualcomm, se decantaron por lo último de MediaTek.
¿Mantiene su trono como el actual rey de la gama media? Antes, las especificaciones técnicas:
- Pantalla IPS LCD de 6.53 pulgadas
- Procesador MediaTek Helio G90
- 6 GB de RAM
- 128 GB de almacenamiento, ampliable vía microSD
- Cámara cuadruple: sensor principal de 64 megapixeles + gran angular de 8 megapixeles + macro de 2 megapixeles + sensor de profundidad
- Cámara frontal de 20 megapixeles
- Batería de 4500 mAh
Diseño
Primero lo que entra por los ojos, y es que a pesar de que muchos crean que es algo secundario, las estadísticas de mercado nos muestran que a la gente sí le importa tener algo lindo y bien hecho.
En el caso de este terminal nos encontramos con vidrio en ambos lados, ahora de mejor sensación que en la versión anterior y una durabilidad que, según la marca, se mantiene en la misma línea.
La parte trasera es curva y fría, solo interrumpida por la protuberancia donde se aloja el lector de huellas y tres de las cuatro cámaras del equipo. En general todo es minimalista, sutil y elegante. En estos días, gente que me vio con el equipo y que no lo conocía pensaban que era un gama alta de esos bien premium, y eso habla bien del lenguaje de diseño que eligió Xiaomi.
Extrañaba un lector de huellas tan intuitivo, bien ubicado y rápido, en un mundo donde desaparecen o los ponen debajo de la pantalla, con menos velocidad y pistas táctiles.
El frontal no tiene bordes demasiado gruesos y el notch con forma de gota en la parte alta cumple con su función de no ser una obstrucción visual muy obvia. Es un diseño probado y bien logrado, una fórmula que, a pesar de no ser nueva, sigue vigente.
La calidad de la pantalla IPS es buena, con un brillo que será suficiente para la mayoría y una reproducción de color que, a pesar de que podría tener una calibración menos fría, cumple con su cometido de no fallar. No es deslavada, no hay sangramiento de luz muy evidente y en general el contenido se ve fiel.
Sospecho que, a pesar de no tener ningún tipo de certificación contra el agua y el polvo, si es capaz de sobrevivir una inmersión breve, ya que tiene sellos de goma en la bandeja sim y se siente bien construido.
Rendimiento
La gran preocupación para muchos es que optaron por el mejor procesador de MediaTek a la fecha. En rendimiento se parece mucho a uno Snapdragon de la serie 700, pero trayendo lo que la marca ya venía haciendo bien: la duración de la batería.
La optimización de recursos, tanto a nivel de software (sin entrometerse con las aplicaciones y notificaciones), en conjunto con este SoC de bajo consumo y una batería de 4500 mAh, cumple con dar la gloriosa suma de 10 horas de pantalla encendida bajo uso intensivo. No lo pude matar en un día, así de simple. Sospecho que a una persona que use menos el teléfono le puede durar 2 a 3 días, lo que considero más allá de bueno. Además tiene carga rápida vía USB-C.
Todas las tareas cotidianas vuelan como si un de gama alta se tratase, y es que no sé qué truco está usando MediaTek para que, además, los juegos más exigentes corran de manera fluida y sin calentar el equipo pero ningún segundo.
Sin duda aquí hay un avance gigante por parte de esta compañía y no por nada Xiaomi «arriesgó» confiarle una de sus series más populares. No creo que sean decisiones a la ligera y si siguen así, al menos en el segmento de la gama media, Qualcomm debería empezar a acelerar el tranco, porque los alcanzaron y con escándalo.
La capa de personalización de Xiaomi encima de Android 9, a pesar de que no me gusta en lo estético, anda perfecto y se nota que hay harto trabajo y cariño detrás, con una visión súper propia de cómo deberían ser las cosas y está bien, les entrega identidad.
La gran duda que me queda es que, en el pasado, muchos fabricantes alegaban que con MediaTek les costaba más actualizar sus teléfonos ¿Será ese el caso ahora? ¿Estaremos pegados en Android 9 para siempre? Lo dudo, se supone que el panorama ahora es mejor.
Las fotos
Cuatro cámaras, con una principal con muchos megapixeles, un teleobjetivo, un gran angular y un sensor de profundidad ¿Hacen sentido? Sí, la versatilidad es mucha y las opciones que entrega están bien logradas.
Ahora, no esperes que tenga el rendimiento de los gama alta premium con súper cámaras, esos resultados sí están reservados para un rango de precio mayor. Aún así, lo que se ve es buenísimo.
De noche pueda que sufra un poco, lo esperable, pero sorprendentemente no tanto como pensaba. Las selfies son buenas-buenas, además, se nota que hay harto trabajo metido en el aspecto de inteligencia artificial en general para el reconocimiento de escenas, pero sin sobre explotar las fotos.
El reconocimiento de objetos para difuminar el fondo ha avanzado muchísimo y hasta puedes jugar con «efectos» a posterior, aunque es cosa de gustos si te apetecen o no. El gran angular se aprovecha como lente macro, además, para quien guste de estas cosas.
¿Para quién es?
Los que aman la serie Redmi Note de Xiaomi pueden estar tranquilos de que su legado sigue en pie y bien representado. Eso es lo primero. Después, los que busquen algo menos tradicional, pero que por un precio ridículo (para lo que ofrece), te entregue una experiencia sin frustraciones, donde nada está realmente mal, aquí está su celular.
En Chile se ofrece a CLP $249.990 y saldrá a la venta a inicios de diciembre.