Luego de realizar tres experimentos, científicos de la Universidad de Oxford comprobaron que las pupilas son capaces de dilatarse cuando la persona piensa en un objeto brillante. Es decir, su ajuste está asociado a la memoria.
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“Los resultados proporcionan evidencia sorprendente y consistente de que las respuestas de las pupilas están bajo el control por factores cognitivos, incluso cuando no hay una ganancia adaptativa directa para dicha modulación, ya que no se presentaron o anticiparon estímulos visuales”, dice el estudio.
El artículo científico fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), bajo la autoría principal de la doctora Nahid Zokaei, investigadora en las áreas de memoria, atención, Parkinson y Alzheimer.
Pupilas inteligentes
Para alcanzar sus resultados, en los tres experimentos se mostraron, de forma repetida, 22 parches oscuros o claros a un grupo de hombres y mujeres. Cada parche estaba asociado a un sonido específico.
Luego quitaron los parches, pero instruyeron a los participantes a imaginarlo una vez que escucharan el sonido que les fue asignado. Entonces, descubrieron que las pupilas se dilataban al pensar en el parche oscuro y se cerraban cuando imaginaban el objeto claro.
Para Sebastiaan Mathôt, investigador de la Universidad de Groningen en los Países Bajos, “esta acción aparentemente pequeña podría permitirnos anticipar un cambio en el brillo antes de que ocurra”.
Cree que las pupilas se cierran antes de encender la luz en una habitación oscura, para así estar preparada para el resplandor.