Una investigación inicial de la Agencia Espacial Europea (ESA) abre las puertas a la hibernación humana en viajes al espacio. Lo que hasta ahora es un atractivo de las películas de ciencia ficción, podría hacerse realidad en 20 años y el destino escogido sería Marte.
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Para ello se conformó un “Equipo Tópico”, que trabaja en una instalación multimedia (Concurrent Design Facility-FCD) que permite a los equipos expertos realizar evaluaciones iniciales de las futuras misiones.
La comisión está integrada además por científicos de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich y la Universidad de Goethe (Alemania). Su misión es investigar, por primera vez, “el impacto potencial de hibernación en el diseño de misiones a nivel de sistema”.
En este caso, tomaron como referencia un estudio de misión existente para enviar seis humanos a Marte y regresar en un plazo de cinco años.
“Trabajamos para ajustar la arquitectura de la nave espacial, su logística, protección contra la radiación, consumo de energía y diseño general de la misión», declaró Robin Biesbroek, de la FCD.
Se estudiaron todos los aspectos:
Observamos –detalló– cómo un equipo de astronautas podría ser mejor puesto en hibernación, qué hacer en caso de emergencias, cómo manejar la seguridad humana e incluso qué impacto tendría la hibernación en la psicología del equipo”.
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Hoja de ruta hacia Marte
Con esto en mente, explica Biesbroek, crearon “un bosquejo inicial de la arquitectura del hábitat y creamos una hoja de ruta para lograr un enfoque validado para hibernar humanos a Marte dentro de 20 años”.
El estudio determinó que “la masa de la nave espacial podría reducirse en un tercio al eliminar los cuartos de la tripulación, con una reducción similar en los consumibles, equivalente a varias toneladas de masa ahorrada”.
Proponen que la hibernación se realice “en pequeñas cápsulas individuales, que funcionarían como cabañas mientras la tripulación está despierta”.
A los astronautas se les administraría un fármaco, pero además viajarían a bajas temperaturas y en oscuridad para así enfriar sus cuerpos durante los 180 días de recorrido entre la Tierra y Marte.
“La fase de crucero de hibernación terminaría con un período de recuperación de 21 días”, indica la agencia. Esperan que entonces la tripulación no experimente desgaste de huesos o músculos.
