Una nueva investigación ha descubierto que, la caída de la Unión Soviética en el año 1991, ayudo a que las emisiones de gases invernaderos hacia la atmósfera disminuyera considerablemente, debido al consumo reducido de carne y todas las tierras de cultivos que fueron abandonadas.
La tendencia al abandono de estas actividades luego de que cayera la Unión Soviética ayudo al notoriamente al mundo, ya que a raíz de esto, se redujeron miles de millones de toneladas menos de emisiones de CO2.
El estudio fue realizado por un equipo internacional de investigadores en la Universidad de Copenhague, quienes lograron percibir que en efecto, tras la caída de la URSS, se redujeron en total 7,61 mil millones de toneladas de equivalente a partículas de CO2, entre el año 1992 y el 2011.
Atmósfera con menos CO2
En palabras del equipo de investigadores «Las transiciones de una economía de mercado tuvo enormes consecuencias para la producción de alimentos y el consumo de carne, condujo a una reducción masiva de las emisiones de gases en el mundo, debido a la bajas en el consumo de carne y la producción agrícola».
Recordemos que por aquellos años, la industria alimentaria soviética sufrió una reestructuración drástica luego del colapso del país. Existió un cambio profundo en los subsidios de consumo y toda la producción se levantó cuando la agricultura, regulada por el mercado, logró cambiar a una lógica de economía de mercado.
El consumo promedio de carnes en las familias en la década de los noventa era de un aproximado de 32 kilos, pero con el paso de los años este cayó significativamente llegando a ser de solo 14 kilos.
Otro de los factores trascendentales para la disminución el gas fueron las 62 millones de hectáreas de tierras agrícolas, particularmente entre los territorios de Rusia y Kazajstán, las cuales comenzaron a ser abandonadas paulatinamente entre los años 1990 y el año 2000.