Tuvimos la oportunidad de probar los audífonos de conducción ósea Aftershokz Xtrainerz y, en verdad, es como nada que hubiera probado antes.
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En el pasado revisamos audífonos de este tipo, con conclusiones, por lo general, positivas, a pesar de sus fallos en ese entonces ya que la novedad de poder escuchar música «sin usar tus orejas» era muy fuerte hace unos años.
Sucede que apoyas estas suertes de bases en la parte alta de tu patilla y «vibran», haciendo que la música se transfiera por tu cráneo. Es bastante impresionante lo bien que suena para lo que es, lo cómodo que es no tener los oídos tapados (una vez que te acostumbras al extraño movimiento que hacen) y son una genialidad para hacer deporte.
De hecho, ese último punto es el clave en este producto en particular. Este modelo no se conecta por Bluetooth a tu celular, tampoco por WiFi, nada ¿Recuerdas los reproductores MP3 de antaño?, es así tal cual. Tu pasas tu música conectando el aparato al computador y de ahí tú le pones un orden.
Extrañaba esa sensación, aunque no deja de ser raro y «retro». Me hizo valorar la comodidad de hoy en día con plataformas como Spotify, Tidal y Apple Music.
Pasa que estos fonos no están pensados para gente que hace deporte con su celular, es para, por ejemplo, gente que practica triatlón, con un reproductor musical que, por la naturaleza de su construcción, no te va a abandonar ni sumergidos en agua de mar, menos en tierra.
La durabilidad y la independencia aquí son clave, evidentemente no soy público objetivo, pero soy capaz de apreciar lo harto que ha avanzado este tipo de audio y que podrían ser un golazo para varios amigos que son más intensos en sus tipos de entrenamiento. En Chile los vende Blustore y la batería, bajo mi uso, me duró unas 5 horas, nada de mal.