Una encuesta realizada en 152 países por científicos de la Universidad de Columbia Británica reveló cómo los países impulsan la pesca de arrastre. Una práctica que deja a los oceános sin peces y es insostenible para el planeta. China y la Unión Europa lideran los subsidios, que ponen en jaque el ecosistema marino.
En total se invirtió 22 mil millones en subsidios, calificados como dañinos, en 2018; lo que representa el 63% del presupuesto global invertido para apoyar la industria pesquera mundial. Así lo revela la investigación publicada en Marine Policy.
El profesor de economía oceánica y pesquera de la Universidad de Columbia Británica y autor principal, Rashid Sumaila, asegura que “la razón principal por la que los subsidios están aumentando es la política, ya que una vez que le das a las personas algo como un subsidio de combustible es muy difícil quitarlo”.
La pesca en China y Unión Europea
El estudio demostró que China entregó 7.2 mil millones en 2018, es decir, el 21% del apoyo mundial. Sin embargo, en los últimos diez años disminuyó en 73% el apoyo a programas beneficiosos y los considerados perjudiciales aumentaron en un 105%.
Los subsidios perjudiciales promueven la sobrepesca y la pesca ilegal. Están dirigidos a garantizar el combustible de arrastreros industriales que navegan por todo el planeta. De hecho, un 22% de los subsidios a la pesca del año pasado fueron destinados a este rubro.
Por su parte, la UE tiene el 11% de los subsidios mundiales y otorgó 2 mil millones de dólares a prácticas dañinas. “Lo que realmente me molesta es el ejemplo que la UE está dando a otros países”, dice Sumaila.
Soluciones
Los científicos tienen puestas sus esperanzas en el acuerdo que negocian los países de la Organización Mundial del Comercio, que busca prohibir los subsidios gubernamentales la sobrepesca.
Creen que este convenio es una medida fundamental para rescatar los ecosistemas marinos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que un “tercio de las poblaciones de peces comerciales se explotan a niveles biológicamente insostenibles y el 90% se explota completamente”.
Sumaila tiene claro cuál es su rol ante el avance de la pesca de arrastre: “Es importante que los científicos sigan mostrando cómo esto no está funcionando para la sociedad”.