La próxima gran aventura de la NASA es explorar la frontera de nuestro planeta y el espacio, donde la turbulencia y el misterio están a la orden del día.
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Esto se logrará con el satélite Icon, destinado a orbitar en la ionosfera, donde los cambios son constantes dado que está afectada por diversos factores.
Eventos climáticos grandes como huracanes y tormentas cargan este lugar, así como el clima espacial, que hace que las fluctuaciones de esta frontera sean casi constantes.
El pequeño Icon está destinado a que podamos entender y quizás, prevenir, lo que sucede en es lugar y de esta forma poder proteger de manera más efectiva las aeronaves y sus tripulantes.
A pesar de ser pequeño, es declarado como un laboratorio de física «muy capaz» y a pesar de tener algunos años de retraso en el proyecto, ahora ya está operativo.