En plena Guerra Fría y carrera espacial, la antigua Unión Soviética dio un golpe a sus enemigos al lanzar la nave espacial interplanetaria Luna-3. En una maniobra inédita, la nave logró fotografiar el lado oculto de la luna y mostró por primera vez al mundo cómo era esta zona desconocida.
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El 7 de octubre 1959 se lograron captar las imágenes, al rodear la luna en dirección sur-norte y a una distancia 6.200 kilómetros. La sonda contaba con un sistema de dos lentes de fotografía.
La maniobra duró 40 minutos, mientras la órbita del Luna-3 cambiaba bajo la influencia de la gravedad de la luna; lo que se califica como la primera maniobra gravitacional de la historia.
La nave espacial fue lanzada 4 de octubre de 1959, desde cosmódromo de Baikonur. Tres días después captó un terreno montañoso y dos zonas oscuras y bajas, que fueron llamadas por los soviéticos como Mare Moscoviense (Mar de Moscú) y Mare Desiderii (Mar del Deseo).
El lado oculto de la Luna desde una nueva óptica
En la década de los 50 se creía imposible fotografiar el lado oculto de la luna, por lo que la hazaña del Luna-3 sirvió para la Unión Soviética para exhibir su poderío. El diseño de la misión estuvo bajo la dirección de Sergei Korolev, ingeniero y diseñador de cohetes soviético durante la carrera espacial.
Un equipo de científicos de OKB 1 siguió las instrucciones de Korolev para poner en órbita la nave; mientras que sistema de orientación de la sonda fue creado por un grupo de trabajo que tenía al físico mecánico Boris Rauschenbach como cabeza.
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El logro de los científicos fue alabado por las autoridades del Partido Comunista de la Unión Soviética. “La Patria no te olvidará: debes crear un dispositivo a bordo, el primer transceptor para las comunicaciones espaciales”, dijo uno de sus representantes.
Las fotografías fueron transmitidas a la Tierra ese mismo día, pero fueron reveladas al público el 27 de octubre de 1959. La portada del periódico Pravda se llevó la exclusiva, que entonces maravilló a todo el planeta.