Tres tabletas cuneiformes asirias y babilónicas del 680 al 650 a. C. son ahora la referencia más antigua encontradas sobre la aurora boreal. Así lo determinó un equipo de científicos, bajo el mando del astrofísico en la Universidad de Osaka en Japón, Hisashi Hayakawa.
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Los resultados del estudio, publicados en The Astrophysical Journal Letters, destacan que astrólogos del Medio Oriente registraron la actividad solar. En las tablas, se describen como un “resplandor rojo”, una “nube roja” o “cubierta roja” en el cielo. Lo que coincide con informes más actuales sobre la aurora boreal.
Las tablas cuneiformes analizadas pertenecen al Museo Británico. Fueron localizadas por Hayakawa, quien está dedicado a estudiar la actividad del sol en la historia y actualmente es investigador en el Laboratorio Rutherford Appleton en el Reino Unido.
“Los registros históricos de auroras mejoran nuestra comprensión de la historia de la actividad solar”, dijo Hayakawa a Discover. Mientras que otro autor, Yasuyuki Mitsuma, aseguró que «estos hallazgos nos permiten recrear la historia de la actividad solar un siglo antes que los registros disponibles anteriormente».
La aurora boreal como un presagio
El registro más antiguo que existía sobre la aurora boreal era de una tabla babilónica del 567 a. C, donde también se describía el resplandor rojo que iluminaba el cielo. Hayakawa afirma que para los astrólogos babilonios y asirios era habitual registrar los eventos celestes que consideraban presagios.
Bajo esta hipótesis creían que debían existir más informes en tablas del siglo VII antes de Cristo. El otro factor que otorga veracidad a este descubrimiento, explican los investigadores, tiene que ver con el polo magnético de la Tierra, que se ha movido con el pasado de los años.
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Creen que durante ese período de la historia, este polo estaba cerca de Eurasia. Es decir, más cerca de Babilonia y Asiria y ello habría aumentado la posibilidad de que los astrólogos observaran la aurora boreal. En la actualidad, el polo magnético de la Tierra es más próximo a América del Norte.
Concentración alta de carbono-14
Para sustentar su teoría, los investigadores hicieron un análisis químico de los anillos de los árboles usados para crear las tablas. Estos anillos conservan registros de las grandes explosiones de partículas del sol a través forma radiactiva de carbono, llamada carbono-14.
La alta concentración de carbono-14 en las tablas registra un pico con respecto a años anteriores. De allí, que los científicos creen que este aumento se debe a las auroras que ocurrieron esos años.
Así el intervalo de tiempo conocido hasta ahora sobre el fenómeno de la aurora boreal se extiende a 2.700 años en la historia.