Uber declaró en Estados Unidos que sus socios conductores no son el núcleo de su negocio, lo que nos deja atónitos a varios.
The Verge informa que en California se aprobó una nueva ley para que las aplicaciones tengan que hacerse cargo de sus «empleados», que ellos claman que no son tal y que no son lo principal.
Evidentemente la movida es para no tener que dar beneficios extras y hacerse cargo más allá de lo que ya hacen, argumentando que si hay acciones legales en contra, ellos «no son ajenos» a estas.
La nueva ley plantea un ABC, tres preguntas para determinar si una empresa tiene que tratar como empleados a sus «socios», pero Uber estaría «zafando» gracias a esta insólita declaración, aunque a todas luces pareciera ser una mentira.
Desde Uber claman, además, que si estuvieran forzados a reclasificarlos como empleados, se limitaría la «flexibilidad» de los horarios de trabajo y las horas que deciden poner al día en esto. Que tendrían que trabajar en turnos como todo el resto.
Otro triunfo de la «gig economy» y la precariedad.