Donald Trump probablemente pasará a la historia como el primer Presidente en la historia de Estados Unidos que gobernó en buena medida desde su cuenta de Twitter.
Sin embargo, parece que su inclinación a utilizar excesivamente esta red social también le ha derivado en la generación de varios escándalos. Como por ejemplo el delatar la existencia y ubicación potencial de un ultra secreto satélite espía de Estados Unidos.
Se trata de una auténtica comedia de enredos. Así que la historia va más o menos así. El jueves 29 de agosto de 2019 Irán tuvo un fracaso serio en su agencia espacial. Al intentar despegar uno de sus cohetes cargado con un satélite y fallar miserablemente con una explosión. Al más puro estilo de SpaceX.
Horas después Trump publicó en su cuenta de Twitter un texto suyo acompañado por una foto, en donde deslinda al gobierno de Estados Unidos sobre cualquier posible responsabilidad de sabotaje en el incidente:
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1167493371973255170
Hasta aquí todo normal, dentro de lo que cabe. Hasta que la comunidad de aficionados a las imágenes satélites comenzó a notar que la resolución de la fotografía era demasiado buena y nítida para los estándares actuales del mundo:
Tras analizar la imagen y la posible ubicación del objeto que la captó, la comunidad aficionada ha determinado que la imagen habría sido capturada por el satélite de reconocimiento estadounidense USA 224. El cuál sería un satélite espía.
Los satélites capaces de captar imágenes con este grado de resolución usualmente son regulados por las autoridades. Ya que no se suponga que tengan tal grado de intrusión y definición en las imágenes que toman desde el cielo.
Esto es probable que tenga repercusiones legales y diplomáticas para el gobierno de Estados Unidos. Ya que, hayan o no intervenido, es un hecho virtual que estaban observando muy de cerca.