La enfermedad del Parkinson podía tener su origen en los intestinos de los seres humanos. Así lo planteó en una investigación desarrollada en el año 2003 un neuropatólogo alemán quien había descubierto el posible origen de la patología
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Pero ahora un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Aarhus ha entregado evidencia fidedigna de que realmente esta situación planteada hace 16 años estaba en lo correcto.
Los científicos lograron comprobar esta teoría luego de realizar experimentos en ratas de laboratorio, donde comprobaron que en ellas la enfermedad emigró desde los intestinos hacia el corazón y finalmente se instaló en sus cerebros.
Enfermedad del Parkinson
Los expertos publicaron su importante descubrimiento en la revista Neuropathologica, donde enfatizaron que este mal se origina por la acumulación de la proteína alfa-sinucleina en el intestino, causando un daño posterior en las células nerviosas.
Esta enfermedad se caracteriza por provocar temblores, rigidez muscular y movimientos más rígidos en los pacientes afectados por ella. Para llegar a este descubrimiento, los expertos utilizaron grandes cantidades de la proteína y se la inyectaron a las ratas de laboratorio, mitificándolas geneticamente para buscar llegar a conclusiones efectivas.
Con el paso del tiempo, los investigadores notaron lo que a continuación plantean en sus propias palabras «Después de dos meses, vimos que la proteína había viajado al cerebro a través de los nervios periféricos con la participación de precisamente aquellas estructuras que se sabe están afectadas en relación con la enfermedad de Parkinson en los seres humanos».
Luego de cuatro meses, los animales comenzaron a sufrir magnitudes bastante fuertes de la enfermedad, por lo que los expertos decidieron plantear de forma seria que esta sería una de las principales causas para el desarrollo de esta enfermedad en los seres vivos.
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Avances para la prevención de la enfermedad
Los científicos además de descubrir el origen, plantearon buenas noticias en lo que respecta a la prevención de este mal. El grupo afirma que es posible encontrar esta proteína alojada en el Intestino de una persona hasta 20 años antes de que se le declare oficialmente la enfermedad, por lo que esto puede ayudar a evitar que nuevas personas enfermen por ella.
«A raíz del descubrimiento del origen de la enfermedad, podremos trabajar en desarrollar tratamientos médicos preventivos en el futuro cercano, ya que conocer su origen nos permite trabajar en métodos para detener sus efectos», señaló Per Borghammer, científico que participó en la investigación.
Además los expertos notaron que esta proteína dañina puede viajar incluso desde el corazón si logra alojarse ahí, por lo que acá s abre una nueva brecha de investigación que los llevará sin duda a conocer en mayor detalle el porque se origina esta enfermedad y así seguir añadiendo conocimientos sobre el mal de Parkinson.