Desde hace un par de meses Google ha sido objeto de duras críticas y exigencias. Luego de que comenzaran a filtrarse grabaciones que comprobaban que su asistente inteligente (y todos los dispositivos de la compañía que lo integran) grababan por defecto todo lo que los usuarios decían.
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En teoría se suponía que estas grabaciones almacenadas en la nube por Google servirían para refinar la operación y entendimiento de su interfaz de lenguaje.
Pero resulta más que obvio que se trataba de una intrusión frágil a la privacidad de los usuarios que podría haber sido explotada legal o ilegalmente por cualquiera.
Por fortuna, la compañía acaba de publicar una actualización sobre ese controvertido asunto en su blog oficial; revelando que restringirá a Google Assistant, y dejará de almacenar grabaciones de sus usuarios.
Aunque llama la atención que también buscaron deslindarse de cualquier responsabilidad y atribuyen todo a un malentendido:
Está claro que no cumplimos con nuestros altos estándares para facilitarle la comprensión de cómo se utilizan sus datos, y les pedimos disculpas. Por defecto, no conservamos sus grabaciones de audio. Este ha sido el caso, y permanecerá sin cambios.
En otras palabras, ahora al activar la opción de Actividad de voz y audio (VAA) Google lanzará una ventana de advertencia en donde se señalar que un equipo de técnicos podría estar escuchando las conversaciones.
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Si el usuario no activa dicha opción, Google no podrá incluiar las grabaciones de audio en el proyecto de revisión que detonó todo este escándalo.
Cabe señalar que dicho proyecto está suspendido por el momento. Pero existe, y parece que no se irá a ningún lado.