Game of Thrones tuvo un final terrible, mal hecho y apresurado, creer otra cosa es engañarse a sí mismo. Pero una cosa es que los fanáticos tiendan a justificar a los creadores del show, lo cual se puede entender. Lo que no se puede justificar es que los mismos creadores sean poco críticos con su trabajo.
PUBLICIDAD
Oye, tranquilo viejo
El problema es que los showrunners David Benioff y D.B. Weiss se tienen en una estima muy alta. Puesto que aseguran que hicieron un trabajo nada menos que perfecto en toda la última temporada. Esto gracias a una entrevista que dieron en Japón, en la cual aseguran que solo tuvieron un error.
Ese error, fue nada más y nada menos que la taza de café de Starbucks que apareció a cuadro en la serie. Ya que, de acuerdo a ellos, ese fue su único error que les impidió alcanzar la perfección.
Como en la tradición de alfombras persas, en donde cometes un pequeño error cuando haces una alfombra grande porque solamente Dios puede hacer cosas perfectas. Para nosotros ese fue nuestro error.
Después siguieron hablando de eso, haciendo ver que fue un error que nadie pudo ver. Ya que se estaban enfocando mucho en los dos personajes de Jon Snow y Daenerys Targaryen. Es por eso que nadie logró darse cuenta de que eso se coló en la toma y sobre todo en la edición.
Curiosamente, a pesar de que la declaración de las alfombras tiene un tono de broma, podría ser más real de lo que parece. Puesto que, en retrospectiva, el vaso de café fue lo único que se dignaron a arreglar en toda la temporada.
Así que por mucha broma que hagan, parece que realmente se creen que hicieron un trabajo impecable. Olvidemos al caballo blanco que desaparece o el hecho de que Tyrion y Jon Snow pudieron entender el discurso de Daenerys. Incluso olvidemos que mandaron a Jon a una inexistente e inservible Night’s Watch. El vaso es lo que importa.
Fuente: popculture.