El gobierno de Estados Unidos ha decidido que el servicio de Google Translate (traducción) es lo suficientemente “bueno” y eficaz para examinar las cuentas de los refugiados y migrantes en las redes sociales y que deseen ingresar al país, según un nuevo informe de ProPública.
Un manual de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS por su siglas en inglés), obtenido por el Proyecto Internacional de Asistencia a los Refugiados, aconseja a los oficiales que “el enfoque más eficiente para traducir contenidos en idiomas extranjeros es utilizar uno de los muchos servicios gratuitos de traducción de idiomas en línea proporcionados por Google, Yahoo, Bing y otros motores de búsqueda”.
Según ProPública, los oficiales están siendo instruidos para usar estas herramientas de traducción automática como un medio para examinar las redes sociales de los refugiados o migrantes y decidir cuál será su destino en el país, el quedarse o ser expulsado.
El mes pasado, a un estudiante de Harvard, Ismail Ajjawi, se le negó la entrada a Estados Unidos después que un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza descubriera que sus amigos de las redes sociales publicaron en su cuenta: “puntos de vista políticos que se oponen a los Estados Unidos”.
Servicio de Google no es 100% efectivo
Los expertos entrevistados por ProPublica señalaron que “bajo perfil” o “ser cancelado” como ejemplos de frases en inglés que potencialmente podrían tropezar con las traducciones automáticas, que generalmente se entrenan con textos formales.
El propio Google señala, con respecto a su servicio, que si bien “se han realizado esfuerzos razonables para proporcionar una traducción precisa (…) ninguna traducción automática es perfecta ni pretende reemplazar a los traductores humanos”.
Un ejemplo relevante de las limitaciones de la traducción automática fue un caso de 2018, donde un juez dictaminó que Google Translate no era un medio suficiente para obtener el consentimiento para una búsqueda policial de un individuo.
Aún más preocupante es a principios de septiembre se informó que el Departamento de Seguridad Nacional planea intensificar sus políticas de detección y revisión de redes sociales para las personas que ingresan al país y detectar si representan un peligro a la seguridad nacional.