Siempre se ha pensado que la promiscuidad, la falta de control y la exposición permanente al semen a través de relaciones sexuales, sería un componente que aumentaría las probabilidades de contraer el VIH. Sin embargo, la Universidad de Puerto Rico y el Instituto Winstar de Filadelfia hicieron un estudio que contradice esto.
PUBLICIDAD
Resulta que esta investigación apunta a que la exposición sostenida y frecuente al semen «puede cambiar las características de las células inmunes circulantes y del tejido vaginal que son objetivos de infección, reduciendo la susceptibilidad a una infección futura».
En 2015 comenzó este trabajo a cargo de los doctores Luis J. Montaner, y el Dr. Herbert Kean, Profesor de Familia y director del Laboratorio de Inmunopatogénesis VIH-1 en el Centro de Vacunas e Inmunoterapia de Wistar.
Este estudio se aplicó a trabajadoras sexuales de Puerto Rico y «resultó en cambios en el tejido cervicovaginal que predijeron una mayor resistencia a la infección por VIH».
¿El semen puede hacer cambios en los tejidos?
El doctor Montaner se ha aproximado a la posibilidad de que el semen pueda cambiar los tejidos y así ayudar a generar resistencia al virus del VIH.
«Si bien la infección por el VIH ha estado con nosotros durante más de 30 años, este es el primer estudio que describe cómo la exposición al semen con el tiempo podría provocar cambios locales en los tejidos que limitan la infección por el VIH en humanos»,
Para comprobar esta hipótesis, se hicieron estudios con primates y sus tasas de contagio bajaron en un 42%.
PUBLICIDAD
«Fueron expuestos al semen dos veces por semana durante 20 semanas con o sin partículas inactivadas del virus de la inmunodeficiencia simia (SIV es un virus similar al VIH que infecta a los primates y causa una enfermedad similar al SIDA); Después de este período de acondicionamiento, recibieron dosis bajas de desafíos intravaginales del VIS.
¿Qué ocurrió?: Se analizaron marcadores específicos en el torrente sanguíneo y en el microambiente cervicovaginal.
Las células CD4 + circulantes, el acondicionamiento del semen se asoció con una menor expresión del receptor CCR5, que actúa como un enlace de unión para que el VIH ingrese a sus células huésped, lo que respalda la observación de una menor susceptibilidad al desafío vaginal por VIS. Además, los animales con semen acondicionado tenían niveles más altos de la citocina CCL5, un factor supresor natural del VIH, en el compartimento cervicovaginal en respuesta al desafío del VIS.
Eso no es todo, ya que además se formaron antivirales en el tejido cervicovaginal, produciendo altos niveles de IFN-Epsilon, que en contacto con el semen protege las células humanas de patógenos bacteriales y virales.
Ahora OJO, con la última reflexión del Doctor Montaner:
«Es importante destacar que mostramos que la exposición al semen puede promover la resistencia del huésped, pero no protege contra la infección. Por lo tanto, nuestros datos no cambian el hecho de que los métodos de prevención, como el uso del condón y la PrEP (profilaxis previa a la exposición) siguen siendo nuestras mejores estrategias para prevenir la infección».