Nadie esperaba nada. Sonaba absurdo, cansado y repetitivo. Cuando Amazon anunció que produciría su ´propia serie de superhéroes, The Boys, basada en la serie de cómics bajo el mismo nombre, nadie se mostraba muy entusiasmado.
Ante el dominio absoluto de Marvel en el cine, el fiasco de lo que terminó pasando con Daredevil y compañía en Netflix, sumado al fracaso relativo de The Thick en Prime Video, parecía que ya no había nada que abonarle al género. No parecía haber sentido en esto.
Las personas que conocían el material original sabían que The Boys era demasiado retorcido, dañado y violento como para adaptarse al formato de serie; las comparaciones con Kick-Ass no eran en vano.
De modo que esta producción exigía una auténtica acrobacia magistral para ser buena. Y los desgraciados lo lograron; a continuación explicamos cómo.
Mejor que Daredevil (y todas las series de Marvel en Netflix)
El subtítulo de arriba puede parecer demasiado grande y podrá molestar a más de algún devoto. Sin embargo The Boys fue capaz de hacer aquello que Marvel y Netflix nunca se atrevieron.
Llevaron el planteamiento de su propio universo al límite; y no temieron en lo más mínimo de mostrarse extremos, salvajes, violentos y fuera de toda proporción.
Sí, esta es una historia de superhéroes, pero no es para niños. Y es a su vez el relato de un grupo de adultos muy, muy molestos con toda la cultura popular que han consumido. Confrontando hasta donde nos lleva la fijación por la ficción, el fanatismo y las obsesiones en la sociedad contemporánea.
En ese sentido The Boys es muy astuta. Arranca como una farsa de humor muy negro sobre el culto a los superhéores. Pero poco a poco va tomando su propio matiz, atacando y resignificando un montón de lugares comunes.
Que aquí se sienten frescos, ya que en todo momento logran la sensación de que no hay nada escrito; y cualquier cosa podría pasarle a todos los personajes
The Boys no le tiene miedo a bañarse en sangre y mantener el hilo tenso sin rodeos. El relleno aquí es mínimo. Son ocho episodios, arranca muy fuerte con los primeros dos, los siguientes cuatro montan el tono y el mito a un compás que se deja ver sin reparos; para cerrar trepidante en los últimos dos capítulos.
Necesitamos más de esto
Lo más admirable de The Boys es tal vez la destreza con la que mueve sus hilos narrativos a muchos niveles. Como adaptación de los cómics originales vemos que aquí no hay una copia exacta. Pero tampoco se le puede reprochar algo grave.
La esencia del material está intacta y por el contrario explota y se eleva a mayores alturas; gracias al nivel y calidad de la producción audiovisual. Apuntalada por un reparto sólido, grandes actuaciones, guiones muy meta y muy astutos, con efectos especiales precisos.
The Boys es tal vez una de las series de TV más violentas que existen en la actualidad. Pero eso logra a pasar a segundo plano. Ya que cada gota de los cientos de galones de sangre que vemos aquí tiene un sentido y justificación.
Hay un profundo núcleo emocional en cada personaje. Donde los antihéroes no son perfectos, y los tipos con capa son unos patanes. Pero también, todos están rotos y es imposible odiar por completo a alguno.
La serie está lejos de ser perfecta. Pero es en realidad una grata sorpresa. Cuando parecía que no había nada más que decir llega The Boys, con un par de giros sagaces.
Si amaron Deadpool, Mystery Men, Kick-Ass y Daredevil deben darle una oportunidad a esta serie de Amazon Prime Video.