Desde hace años las autoridades de Estados Unidos investigan el cada vez más que probable nivel de intervención por parte de Rusia en las votaciones que dieron como ganador a Donald Trump.
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Por un lado tenemos todo el escenario de manipulación ya comprobado a raíz del escándalo de Cambridge Analytica. Pero ahora, el Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. afirma que la infraestructura del sistema de votaciones de todo el país pudo haber sido revisada por los rusos desde el año 2014.
El documento del reporte presentado se compone de 67 páginas. Ahí se relata cómo investigadores del FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) analizaron la actividad de múltiples direcciones IP sospechosas descubiertas en 2016.
Para llegar a la conclusión de que la actividad rusa se habría extendido a todos los 50 Estados que conforman el país. Aunque no hay un gran hallazgo concreto, ni acusatorio:
El DHS evaluó que las búsquedas, realizadas alfabéticamente, probablemente incluyeron los 50 Estados, y consistieron en investigaciones en páginas web generales relacionadas con las elecciones, información de identificación de votantes, software del sistema electoral y compañías de servicios electorales.
El reporte marca claramente que no existe evidencia de que se hayan alterado los votos o que se hayan manipulado las máquinas de votación. Pero sí señala que por lo menos desde 2014 existen registros de actividad desde Rusia contra la infraestructura.
Tal vez lo más alarmante es la advertencia del reporte. En donde señala que si el candidato preferido de Rusia no se perfila como el claro ganador en las elecciones de 2020, los hackers de allá podrían tratar «deslegitimar» las elecciones.