Recientemente en Colombia ha estado viva la discusión en torno al uso del glifosato para erradicar cultivos ilícitos. Por un lado, el gobierno insiste en que es necesario acudir al químico para librarse de las miles de hectáreas de coca plantadas en el país. Por el otro, la población ha reaccionado con rechazo por los posibles riesgos para la salud que representa su uso.
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De hecho, una polémica columna escrita por María Isabel Rueda había encendido el tema por asumir que el glifosato no representaba un riesgo. Sin embargo, rápidamente esta opinión pasó a un segundo plano después de conocerse que el gobierno no se iba a echar para atrás en la decisión de la reanudación de la aspersión aérea con el químico.
De hecho, se supo que la decisión ya se había transformado en algo tangible. Una imagen de una gran compra del producto ha estado circulando por la red. Se trata de un contrato de la Policía Antinarcóticos haciendo oficial la adquisición de 700 barriles de glifosato. Esta transacción, registrada por El Espectador, tendría un valor de 3.000 millones de pesos colombianos.
Más allá del hecho de volver a emplear el químico, ciertas personas terminaron alarmadas por otros detalles. Específicamente se debería al tipo del producto: un glifosato de origen chino que habría sido prohibido en Estados Unidos por ser demasiado peligroso.
Un químico que no pasó los estándares
Según lo denunciado por el medio de comunicación, el historial del químico comprado no es alentador. En 2012 EE.UU habría prohibido el glifosato vendido por la empresa Talanu Chemical Ltda. Un análisis realizado a la sustancia habría determinado que este es más tóxico e inflamable en comparación a otros del mercado. Como si fuera poco, sus etiquetas habrían sido alteradas para ocultar las irregularidades.
Concretamente se trata de glifosato tipo Cúspide. Esta variedad es la que precisamente compró la Policía Antinarcóticos, lo que ha despertado la preocupación entre los colombianos. Por su parte, otros medios registran que la institución se defiende diciendo que no es la primera vez que se compra este tipo de químico. De hecho, este sería el mismo que ha estado comprando el gobierno desde hace años.
Primera vez o no, se reclama que es preocupante que el gobierno pretenda utilizar un químico que no haya cumplido con ciertos estándares. Aun así, las autoridades siguen defendiendo su postura.