El cáncer ha sido uno de los males en los que la medicina moderna ha puesto más empeño en tratar de erradicar. Si bien actualmente existen tratamientos para sobrevivir a esta terrible enfermedad, estos siguen siendo demasiado complejos y difíciles de sobrellevar. Además, seguirlos no garantiza al 100% las probabilidades de supervivencia. Por eso se buscan nuevos métodos para tratar la enfermedad, por más raros que suenen. Siguiendo esa idea, se ha llegado al punto de querer utilizar bacterias.
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De hecho, ese es el tema en el que han estado trabajando investigadores de la Universidad de Columbia. En su estudio publicado en Nature Medicine, plantean inmunoterapia utilizando microorganismos. Según su documento, lo que quieren es desarrollar un método para estimular la respuesta inmunológica del cuerpo. De esta forma el mismo organismo se encargaría de destruir el cáncer.
¿Pero qué tienen que ver las bacterias y cómo no provocarían una grave infección? Los científicos hablan de su método como un «Caballo de Troya» que enviaría a las bacterias a una misión suicida. Básicamente haría que estas debilitaran el tumor y llamarían la atención del sistema inmunológico.
¿Cómo funcionaría?
Lo que hizo el equipo fue diseñar una cepa de bacterias capaces de crecer y multiplicarse en el núcleo necrótico de los tumores. Concretamente son unas E. Coli que no son patógenas. La razón de esto es que están programadas para autodestruirse cuando alcanzan un umbral crítico. De esta forma no generarían una infección y más problemas para el cuerpo. Además, cuando mueren, pueden liberar de forma efectiva un fármaco dentro del tumor.
Lo que liberan es un nanoanticuerpo que ataca una proteína importante del cáncer. Esta es la CD47, que funciona en todas las células como una señal de «no me comas» a los macrófagos del sistema inmunológico. De esta forma es que los tumores se «ocultan» en el cuerpo sin que este se defienda. Después de todo, con esta señal se engaña al cuerpo al hacerlo creer que el tumor no es dañino.
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La presencia de estas bacterias ayudaría entonces a romper esta protección que tienen los tumores. Al eliminar la proteína, junto a la presencia de las bacterias que provocan una respuesta inflamatoria, se obligaría al sistema inmunológico a actuar. Así, llegarían macrófagos y linfocitos T a atacar el tumor. Como si fuera poco, también bajaría la probabilidad de que se generara metástasis.
Por supuesto, todavía se deben de hacer pruebas de seguridad y toxicología con las bacterias inmunoterapéuticas. Por ahora lo que se hace es aplicar este método en auténticos tumores de ratón. Si bien todavía falta tiempo para que sea usado eventualmente en seres humanos, parece un buen proyecto en la lucha para encontrar una cura contra el cáncer.