Muchos temen cuál pueda ser el futuro del bitcoin y otras divisas digitales ahora que Facebook ha anunciado oficialmente sus intenciones por destrozar ese mercado para tomar posesión del mismo.
Sin embargo, mucho antes de Mark Zuckerberg, esta cripto divisa ya tenía un problema bastante más delicado: el consumo de energía que está demandando su existencia y minado.
El Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge acaba de crear una brutal e interesante herramienta, llamada CBECI, cuyas siglas en inglés se traducen como Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de Cambridge.
A partir de ella se logró calcular que el Bitcoin consume alrededor de siete gigavatios por año en todo el mundo. Esto sería un rango superior a toda la electricidad demandada por Suiza a lo largo de 12 meses.
La cifra sonará difusa, pero equivaldría al 0,21% de la energía eléctrica que se genera en el planeta. O también es lo que se necesitaría para hacer seis viajes en el tiempo sobre el DeLorean de Back to the Future.
Bajo tal perspectiva se necesitan siete plantas de energía nuclear para poder mantener el bitcoin, y esa es una cifra que solamente está incrementando.
Pero esto sería sólo la punta del iceberg (derretido), ya que otro estudio casi paralelo, publicado en la última edición de la revista Joule, marca que la producción de Bitcoin en el mundo también generaría cerca de 22 megatones de emisiones de bióxido de carbono al año.
Esta contaminación sería la misma que la de países como Jordania y Sri Lanka. Será necesario comenzar a pensar en medidas ambientales enfocadas a la vorágine de las criptomonedas.