Una batería creada con una mezcla de agua dulce y agua de mar promete revolucionar el mercado, toda vez que investigadores de Stanford crearan esta máquina hecha a medida para procesos industriales y plantas de aguas residuales.
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La publicación se hizo en la ACS Omega de la American Chemical Society.
«La energía azul es una fuente inmensa y sin explotar de energía renovable», dijo el coautor del estudio Kristian Dubrawski , un académico postdoctoral en ingeniería civil y ambiental en Stanford.
De qué se trata esta batería
A través de la sal que se recoge del mar, esto mezclado con agua dulce, «produce aproximadamente 0,65 kilovatios-hora de energía, suficiente para alimentar la casa estadounidense promedio durante aproximadamente 30 minutos. A nivel mundial, la energía teóricamente recuperable de las plantas de tratamiento de aguas residuales costeras es de aproximadamente 18 gigavatios, suficiente para alimentar más de 1.700 hogares durante un año».
El proceso de alimentación de esta batería consta de los siguientes pasos:
- Se liberan iones de sodio y cloruro de los electrodos de la batería a la solución, haciendo que la corriente fluya de un electrodo a otro.
- Se produce un intercambio de efluentes de aguas residuales con agua de mar para que el electrodo reincorpore los iones de sodio y cloruro y revierta el flujo de corriente.
- La energía se recupera durante las descargas de agua dulce y agua de mar, sin inversión inicial de energía y sin necesidad de cargar. Esto significa que la batería se descarga y recarga constantemente sin necesidad de ningún aporte de energía.
El profesor Dubrawski da sus conclusiones finales al respecto.
«Es una solución científicamente elegante para un problema complejo. Debe probarse a escala, y no aborda el desafío de aprovechar la energía azul a escala global (ríos que desembocan en el océano), pero es un buen punto de partida que podría impulsar estos avances».