Se acabó el espacio para especulaciones, la Raspberry Pi 4 ya está aquí. Ha sido presentada oficialmente. Y una cosa es casi segura: no defraudará a quienes esperaban con ansias por esta actualización.
A primera vista es prácticamente idéntica a su antecesora la Raspberry Pi 3 Model B+. Pero en realidad los componentes que la conforman son distintos y muchos ya eran anhelados desde hace rato.
De entrada la Raspberry Pi 4 integra ahora un procesador con arquitectura Cortex-A72. Gracias a su ARMv8 de 64 bits de cuatro núcleos a 1.5GHz. Lo que, entre otras cosas, la hace compatible para la decodificación de video H.265 mediante su hardware.
Las velocidades de transferencia de memoria también ahora serán más rápidas, ya que la base ha sido cambiada. Dejando atrás la ya vetusta LPDDR2 por una flamante LPDDR4.
La memoria RAM de estos bebés por fin darán el salto y saldrán del rango de los 512 MB a 1 GB. Si bien el modelo base contará con 1 GB de RAM será posible comprar variantes con 2GB y hasta 4 GB de RAM.
En lo que respecta a su conectividad se desecha el puerto Ethernet por USB 2.0 para migrar por fin a uno Gigabit Ethernet.
De igual manera se evoluciona para meter dos puertos USB 3.0, y dos USB 2.0, junto a uno USB-C. Su anterior Bluetooth 4.2 también es reemplazado por Bluetooth 5.0.
Y el puerto HDMI es eliminado, para darle lugar a dos puertos micro-HDMI con soporte para monitores 4K a 60 fps. Lo que abre un mundo de posibilidades.
Sin embargo, tal vez lo más atractivo de la Raspberry Pi 4 son sus precios. El modelo base aún cuesta USD $35, mientras que el modelo con 2 GB de RAM cuesta USD $45 y el modelo de 4 GB RAM cuesta USD $55.
La Navidad llegó temprano.