El mito urbano más importante del mundo digital está de vuelta: ese que dice que Instagram escucha tus conversaciones para mostrar anuncios relacionados. La historia ha dado vuelta durante años, incluso aunque se ha desmentido varias veces y nadie tiene pruebas concluyentes al respecto.
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De todas maneras, gracias a la enorme cantidad de gente -nosotros incluídos- que ha reportado situaciones sospechosas de anuncios, este rumor sigue vivo. En una entrevista con CBS This Morning, el CEO de Instagram Adam Mosseri tuvo que salir al paso.
Para los que no entienden bien el inglés: la presentadora Gayle King le insiste que ella también ha tenido una situación de anuncios sospechosos. Al respecto, Mosseri tiene dos explicaciones: puede ser ‘pura suerte’, o son las mismas personas las que hablan de algo que vieron anteriormente en internet, quizás de forma subconsciente.
«Quizá te gusta la comida y los restaurantes. Viste un restaurante en Facebook o Instagram y realmente te gusta», dice Mosseri. «Lo tienes en la cabeza, quizá es subconsciente y aparece más tarde. Creo que es ese tipo de cosas que pasa usualmente de manera muy sutil».
Toda esta explicación suena a conspiración, ¿No es así? Bueno, es bastante razonable: tanto Facebook como Instagram, y en realidad tanto Google como otros sitios que utilicen algoritmos para mostrar publicidad, están mirando tu historial de navegación de manera permanente. Eso podría explicar por qué nos aparecen zapatillas o accesorios en el feed dos horas después de haber comprado en Amazon.
Una conspiración imposible de probar
Insistimos que ésta no es la primera vez en que la teoría de que Instagram te escucha es desechada. En el año 2017 un ex-ingeniero de Facebook puso sobre la mesa las cifras necesarias para escuchar a todos los usuarios, y los datos ascienden a 20 petabytes de proceso al día sólo en Estados Unidos, lo que es imposible: tanto uso de datos ya hubiese sido descubierto hace mucho.
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Asimismo, tiró por la borda las sospechas de palabras «gatillo», que activan ciertos anuncios. Eso significa usar un convertidor de voz a texto todo el tiempo en tu teléfono -lo que consume muchos recursos- y comparar esos datos con un millón de frases y palabras clave asociadas a anuncios. Nuevamente, mucho proceso y muchos datos involucrados.
La explicación del ingeniero es un fenómeno llamado «sesgo de confirmación»: la tendencia a buscar información que confirme nuestras ideas. Según su artículo, es «el equivalente virtual a preguntarse por qué siempre llueve cuando lavas tu auto».
Asimismo, se asocia este problema a una confusión de causa y consecuencia: si hablamos de un equipo de fútbol local y nos sale un anuncio, es muy posible que tenga que ver con la ocurrencia del evento y no con una cuestión más bien conspirativa.