Con el objetivo de «purgar» a la ciudad de Buenaventura de una reciente ola de violencia y corrupción, un obispo de la diócesis local propuso una idea: bañar a la ciudad en agua bendita, a modo de exorcismo masivo.
La ciudad lleva 51 asesinatos por crímenes en lo que va del 2019. A esta espiral de violencia se sumaron el asesinato en los últimos siete días de una niña de diez años y un comerciante. Todo aquello llevó a la Iglesia Católica a proponer la inusual medida.
Según el obispo de la diócesis de Buenaventura, monseñor Ruben Darío Jaramillo, «A Buenaventura hay que sacarle el diablo para ver si así le devolvemos la tranquilidad que ha perdido la ciudad con tantos crímenes».
Respecto al inusitado exorcismo masivo, añadió: «Queremos ir alrededor [de la ciudad] desde el aire y rociar con agua bendita, para ver si podemos exorcizar y alejar esos demonios que están destruyendo el puerto, para que la bendición de Dios venga y quite todo el mal que invade nuestras calles».
Este acto de ‘limpieza’ se realizaría entre el 13 y 14 de julio, fecha en la que Buenaventura celebra sus fiestas patronales y que -según medios del país- la gente espera con gran devoción.
Buenaventura no puede con más violencia
El anuncio del obispo llegó días después de que el cuerpo de una niña de 10 años fuese encontrado en un muro con aparentes signos de tortura. Si bien su tío confesó el crimen y está actualmente tras las rejas, el crimen no sería el único en lo que parece ser una serie de crímenes violentos en Buenaventura.
Sin ir más lejos, una de las posibles razones para tales actos sería la ciudad misma. Desde hace un tiempo, Buenaventura se ha convertido en un puerto estratégico para el tráfico de drogas de los carteles colombianos hacia Estados Unidos.