La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) no es una institución que usualmente se involucre en temas de tecnología. Pero cuando lo hace es por motivos serios. Como ahora, donde va contra Siri, Alexa, Cortana y compañía.
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Resulta que la UNESCO acaba de publicar un documento titulado «I’d blush if I could:», en donde señala que los asistentes virtuales son esencialmente esclavos diseñados para seguir órdenes.
El detalle es que todos ellos poseen una voz femenina. Lo que refuerza de manera negativa los roles de género desiguales en donde la mujer es sometida. Y eso se extiende incluso a estas plataformas. En donde la UNESCO señala cinco problemas puntuales con estos asistentes virtuales:
- Refleja, refuerza y propaga los sesgos de género.
- Modela la aceptación del acoso sexual y el abuso verbal entre los usuarios móviles.
- Envía mensajes sobre cómo las mujeres y las niñas deben responder a las solicitudes y expresarse.
- Hace que indirectamente las mujeres sean el «rostro» de los fallos y errores del propio asistente. Que en su mayoría fueron diseñados por hombres.
- Obliga a una voz y personalidad sintética «femenina» a seguir las órdenes.
A su vez el ensayo plantea algunas líneas de solución para resolver el asunto. Se propone que los asistentes también tengan voz masculina, como el JARVIS de Tony Stark; o en su defecto que su voz tenga un género neutral y 100% robótico. De igual modo se plantea que se programen respuestas que no resulten insultantes.
Ya que el título y la intención del escrito alude de forma indirecta a una respuesta programada por Apple de sonrojo y coqueteo; que dice la asistente virtual cuando los usuarios dicen «Hey Siri, you are a Bitch!».
La inquietud de la UNESCO es válida y abrirá el espacio a varios debates. Empezando por la sección de comentarios de esta misma nota.