La reacción al trailer de Sonic The Hedgehog lanzado ayer fue la que todos esperábamos: miles de fans del puercoespín de SEGA lloraron en las redes sociales por el tratamiento de Paramount Pictures al personaje.
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Sin ir más lejos, éste Sonic tiene diferencias diametrales con el original, al punto de tener los ojos redondos, una topología muy humana y proporciones extrañas que lo acercan más que nunca al desastroso ‘uncanny valley’.
Para arreglar este problema, el artista 3D Edward Pun -conocido por trabajar en Sucker Punch, los desarrolladores de Infamous y Ghost Of Tsushima- hizo su propia versión de Sonic y la adaptó a una de las escenas del trailer.
El resultado es infinitamente mejor que el original.
La foto se hizo viral rápidamente, con decenas de miles de personas comentando sobre la considerable mejora, e incluso pidiéndole a Paramount que contrate al artista como consultor en el diseño.
El caso de Paramount Pictures con Sonic The Hedgehog no es el primero: la casa productora se caracteriza por un estilo muy extraño a la hora de llevar personajes animados al mundo real. Como ejemplo, Monster Trucks: una película donde un grupo de extraterrestres con tentáculos altamente caricaturizados, se apodera de camionetas. De más está decir que la película fue un fracaso: sólo recaudó la mitad del presupuesto del filme.
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Otro ejemplo -un poco menos vergonzoso- es el live action de Bob Esponja, el que puso a los personajes de la conocida serie fuera del agua y en el mundo real, con críticas mixtas sobre la calidad de su animación.
Un caso especial es Sherlock Gnomes, cinta que no es live action pero que resume esta desconexión entre diseño y animación que se ha convertido en el sello de Paramount: personajes cuya topología es diferente a su diseño, y al ser animados de una determinada manera lucen extraños y hasta deformes.
El caso de Sonic, que a estas alturas parece un corpóreo, bien puede ser la gota que rebalse el vaso.
