Cuando estuvimos en la presentación del Xiaomi Mi 9 en el Mobile World Congress, a nivel personal no estaba demasiado entusiasmado. Era un equipo de aspecto relativamente común y con especificaciones técnicas, que a pesar de ser altas, no tenían para mí un factor diferenciador de peso, como sí lo hace un equipo como el Mi Mix 3.
Estaba equivocado, pero ya iremos con las conclusiones al final. Antes, las especificaciones técnicas:
- Pantalla Super AMOLED 6.39″, 1.080 x 2.280 px, 19:9
- Procesador Qualcomm Snapdragon 855
- 6 GB de RAM
- 64 GB de almacenamiento ampliable vía microSD
- Cámaras trasera triple de 48 MP f/1.8 + 16 MP f/2.2 (gran angular) + 12 MP (teleobjetivo).
- Cámara frontal de de 20 MP
- Batería de 3.300 mAh y carga rápida de 27W cableado + carga inalámbrica a 20W
¿Ven? Es todo lo que uno espera de un gama alta, con carga inalámbrica y resistencia al agua y al polvo, aunque sin certificación oficial. Todo por un precio que en Chile no supera los $400.000 (MXN $13.000), que es mucho decir para un celular con estas tripas.
Diseño
El Mi 9 es un equipo que vuelve a la moda «líquida» que Sony intento con los últimos Xperia y lo logra de mejor manera, con materiales brillantes, vidrio y trazos que podrían pasar perfectamente bien en situaciones elegantes como casuales.
Al no tener demasiado branding, su factor diferenciador es un anillo iridiscente y reflectivo alrededor de uno de los lentes de la triple cámara. Es un detalle muy pequeño, pero que aporta bastante a la identidad del mismo.
Por otro lado, su peso y la tactibilidad de los botones te transmiten una buena sensación, de equipo premium, y lo es, por lo que nos quedamos tranquilos en ese aspecto.
Su pantalla de casi 6,4 pulgadas tiene una reproducción de color adecuada, aunque no excelente, y en brillo podría entregar un poco más, sobretodo bajo plena luz del sol, donde se nota que falta poder.
Su tamaño es grande, pero la usabilidad y gestos de MIUI lo hacen cómodo y fácil de usar. A pesar de todo, sigo pensando que todo lo que entrega en diseño de sistema operativo no es muy atractivo en lo estético y que dos factores clave, como la falta de cajón de aplicaciones y la opción de poner 5 iconos por fila me rompe mucho la experiencia. Al par de días recurrí al launcher del Pocophone, como para no estar tan lejos de lo ofrecido.
Rendimiento
En lo que respecta a caballos de fuerza, como pueden presumir por las especificaciones técnicas, es muy difícil encontrar alguna traba de rendimiento en este celular.
Ayuda mucho que MIUI está desarrollado de tal forma que las transiciones hacen todo aún más ágil. Como hubiéramos dicho hace una década: «vuela».
Sobre lo último, la optimización de la capa del sistema operativo, se nota que aquí hay trabajo detrás, un equipo dedicado y que con esfuerzo y sudor le mete todo el talento para desarrollar algo extremadamente capaz y bien pensado. La filosofía de Xiaomi de estar en contacto siempre con la comunidad les funciona al cocinar sus productos, y se agradece. Ahí uno va entendiendo porqué los fanáticos de esta marca la defienden tan a muerte, y es que a pesar de todo el bloatware, la experiencia es extremadamente buena.
Al contrario de lo sucedido con el Mi Mix 3, aquí no tuve problemas con las notificaciones, que era uno de mis miedos, y en comparación a ese teléfono, aquí la duración de la batería me dio un promedio de 6 horas y media de pantalla encendida, lo que en mis libros lo pone como un guerrero en el cual confiar.
Un punto a favor es su lector de huellas bajo la pantalla, que es más confiable y rápido que el de Huawei y que el de Samsung. Por otro lado, me hubiera gustado que tuviera puerto de audífonos, dado que no hay ningún tipo de certificación de protección contra el agua. En fin, no se puede tener todo en la vida.
Fotos
Lo primero ¡fotos de 48 megapixeles! Por si necesitas detalles para imprimir una gigantografía, está disponible, aquí una comparación (la de la derecha es la de 48MP):
Ahora a la parte «normal»: Es una cámara súper correcta, quizás un poco «lenta», lo que puede molestar. Si quieres varias tomas seguidas, tienes que esperar un par de segundos. Te podría hacer perder un momento. No fue mi caso, pero podría pasar. Ojo ahí, Xiaomi.
Por otro lado, me gusta mucho que todo esté disponible en un mismo menú, me gusta que no tenga que darme una vuelta grande para sacar una foto con HDR, algo así de simple. Está todo al alcance y bien pensado. Los colores de las fotos, en automático evidentemente, son lo que uno esperaría de un software «asiático», lo que no es peyorativo, de hecho, le entrega mucha personalidad. Son muy similares a las que puedes obtener con un Huawei.
El procesamiento de imagen te entrega fotos más bien planas, sin mucha saturación y que permiten la edición posterior. Algo deslavadas y con falta de nitidez, con un modo retrato «correcto» y una cámara de selfies súper protagonista, que creo que es lo que mejor tiene. Aún así, para la mayoría de las personas será más que suficiente e incluso estará muy por encima de la media.
La versatilidad de tener un gran angular, además, es un añadido que siempre se agradece. Lo malo es que las fotos obtenidas por él y por el teleobjetivo igual distan bastante en calidad a las del lente principal.
Para quién es
Este es un equipo para quien quiere una buena experiencia, un gama alta de tomo y lomo, sin sacrificios y que no quiera gastar los mil dólares que están pidiendo. Esa es la filosofía tras los móviles de Xiaomi y se entiende el hecho de que existan comunidades y fanáticos alrededor. Son una suerte de culto muy justificado, donde además hay un ecosistema muy competente que los avala.
El hecho de que en Chile y México ya cuenten con garantía y soporte oficial son un añadido espectacular y es algo que los verdaderos Mi Fans agradecen a cabalidad.
En lo que respecta a Chile, en la tienda Xiaomi del Apumanque, como también en Entel y en la distribuidora oficial MW está disponible este equipo, que es muy difícil que te decepcione.
