El «hype» es el entusiasmo y expectativas que se genera artificialmente alrededor de un producto, en la mayoría de los casos sobrevalorando sus capacidades y cualidades. Los Sony WH-1000 XM3 tienen mucho de esto asociado y es por ello que quería no quererlos, pero algo pasó en el camino.
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Son audífonos Bluetooth con cancelación de ruido, todo en una construcción muy duradera y alta gama, con un empaquetado que lo acompaña y un precio acorde a un producto «premium», 300 dólares. Aún así, la gran mayoría de los analistas del mundo de la tecnología y el audio los recomendaban, y es por eso mismo que quería odiarlos, para llevar una «verdad», no ser parte de la masa y tener una opinión disruptiva.
Después de una semana, debo admitir que me rindo, hay muy pocos lados por donde hacerles daño y es que sí, probablemente sí sean los mejores en su clase, ya te explico por qué.
Primero que todo, la comodidad. Quizás solo con los Bose QC 35 había sentido que podía usar unos audífonos de este tipo por 6 horas ininterrumpidas sin sentir dolor (mi cabeza es gigante). Los Beats que suelo usar (perdón por el «pecado») hacen que me duela la cabeza a la hora. Aquí entre el agarre justo, el peso y los materiales, dan una experiencia de primera clase. Lo que sí, tienden a entibiar tus orejas más de lo que me gustaría, pero nada que una pequeña levantada de auricular para ventilar no arregle.
Después, la cancelación de ruido. Es la mejor que he probado jamás y punto, es tan violenta en comparación a otros que he probado que incluso puedes sentir un pequeño «mareo» al prenderla y de verdad hay una diferencia abismal en la cantidad de ruido exterior y ruido blanco que se cuela. Aquí estamos en otra liga. Además el hecho de que puedas poner tu mano encima de la copa derecha, que hace que «se levante» el audio exterior y le baje automáticamente el volumen a tu música para que puedas hablar es un añadido brutal. Ya puedes hablar con la azafata sin problemas, aunque no esperes que no te miren raro.
¿El sonido? Por mis gustos más mundanos estoy acostumbrado a cosas con más bajo, pero es evidente que la claridad aquí está en otro nivel. Descubres cosas, incluso escuchando en Spotify, que no sabías que estaban en tus canciones y de hecho mis amigos que tienen oídos más entrenados me dicen notar poca o nada de diferencia con monitores de estudio, lo que les sorprende al ser audífonos Bluetooth. Ahora, no creo que sea el perfil de sonido más «motivante» que exista y claramente son algo planos, pero eso es una característica normal en un producto que busca fidelidad auditiva más que cautivarte por otras cosas. Para todo lo demás, tienen una aplicación dedicada en el teléfono donde puedes generar perfiles y ecualizaciones propias, además de una cantidad considerable de opciones para personalizar la experiencia.
Reportes de países al norte de nuestra región dicen que estos audífonos tienen problemas en temperaturas bajo cero y se registran «toques fantasmas», y es que la copa derecha es un panel táctil bastante intuitivo, que al menos a mí no me dio problemas pero veo que a otros sí, es algo a considerar viendo tus condiciones de uso.
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La batería me duró más de 30 horas y se carga rápido por USB-C. Me emociona ver que alguien al fin adapta esa tecnología lógica y evidente a audífonos.
En simple, no quería creer el «hype», pero es real ¿Es un lujo? Sí, totalmente. Probablemente la única forma de justificarlos es por darte un gustito o siendo alguien que viaja mucho en avión. Encuentro que el precio de 300 dólares es algo elevado, pero después de usarlos entiendo por qué tantas personas están dispuestas a pagar por estos audífonos. Son los mejores en su clase y probablemente sean el mejor producto de audio en lo que va de 2018/2019.