Internet reventó hace algunas semanas con el arresto de Julian Assange, luego de haber sido retirado de la embajada de Ecuador en Londres.
Las especulaciones y acusaciones sobre los motivos políticos detrás del movimiento se acumularon durante días pero Assange poco a poco fue desapareciendo de los reflectores.
Hasta ahora, que las autoridades británicas han anunciado la primera sentencia para el líder de WikiLeaks. Que pasará 30 semanas en prisión, por violar su libertad condicional cuando se refugió en la embajada.
Me encontré en aprietos con circunstancias my complicadas. Hice lo que en aquel momento me pareció que era lo mejor o quizás lo único que podría haber hecho.
Fue lo que dijo Julian Assange, de 47 años, ante la jueza Deborah Taylor; leyendo una carta en donde además pidió disculpas sin reservas por el acto de refugiarse.
La sentencia de Assange equivaldría prácticamente a un año completo en la cárcel. Pero este sería sólo el principio de la reactivación de su caso.
En donde los procesos de extradición a Estados Unidos (por intentar robar información confidencial) y a Suecia (por abuso sexual) todavía estarían en puerta y bajo la latente posibilidad de ser reactivados.
De hecho, la expectativa es que este jueves 2 de mayo Assange comparezca ante la Corte de Magistrados de Westminster; por videoconferencia desde la prisión de Belmarsh, para iniciar formalmente el proceso de su extradición a Estados Unidos.
Más tiempo de cárcel le espera a este personaje. Pero comparado con lo que se ha documentado sobre cómo era su vida al interior de la embajada tal vez no haya grandes cambios.
En conclusión, la salida de la embajada de Assange y su consecuente arresto fue sólo el principio; y todavía vendrán más pleitos legales para Julian en los próximos meses.
Le espera un largo y complicado camino al líder de WikiLeaks.