Imagina que estás a cargo de una de las tantas empresas (por no decir todas) que maneja bases de datos e información que no convendría mostrar al público. Te dispones entonces a contratar a una serie de empleados que con el tiempo demuestran ser meritorios de quedarse en la empresa. Sin embargo, te das cuenta que uno de ellos no se esfuerza lo suficiente y produce un mal ambiente laboral. Por una suma de razones lo terminas despidiendo y crees que nunca más sabrás de él… pero no es así. Semanas después te enteras que dicho exempleado te dejó una sorpresa y fue revelar cada uno de los secretos de la organización a la competencia.
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Esta aterradora historia puede ser más real de lo que crees. Así lo reveló recientemente una investigación de la compañía de seguridad Kaspersky Lab. En ella, se estudian las principales amenazas cibernéticas a partir de una encuesta hecha a 7.000 empleados adultos. Dichas personas provienen de diversos países como Estados Unidos, Francia, México, Alemania, Japón, etc.
Uno de los datos más impresionantes del estudio tiene que ver con el tema de los exempleados. La razón es que una tercera parte de los encuestados afirmó todavía tener acceso a los datos de su anterior compañía. Algunos pueden todavía abrir el correo corporativo, documentos compartidos de Google y otras plataformas privadas. Es decir, todavía pueden revisar la información confidencial de empresas con las que no están trabajando.
Por supuesto, esto resulta peligroso para las organizaciones. Así fue la advertencia de Kaspersky Lab:
La situación es especialmente preocupante, ya que estos bienes incluyen propiedad intelectual, secretos comerciales u otros datos protegidos o confidenciales que, si no se controlan, podrían ser utilizados por ciberdelincuentes o competidores para su propio beneficio».
Imagina solamente que vas a anunciar un producto y alguien termine contando los detalles a otras empresas semanas antes de la fecha de lanzamiento. También puede ser que alguien utilice el correo para hacer quedar mal a la compañía. Las posibilidades son muchísimas, pues un 72% de los trabajadores maneja información privada.
Otros datos
Por otro lado, también se afirma que un 29% de los trabajadores comparte cuentas y contraseñas con compañeros de trabajo. Al colaborar en un mismo proyecto generalmente no piensan en los peligros que esto conlleva.
También se advirtió un posible peligro en el desorden de los datos que se manejan. Por ejemplo, un 57% de los encuestados admitió dificultades para localizar un archivo en su dispositivo. Esto podría estar estrechamente relacionado al 58% que usa el mismo dispositivo para el trabajo y fines personales. La información puede ser duplicada, lo que puede ser un riesgo tanto para el empleado como para la compañía.