Hace poco hablamos sobre el impacto del meteorito que terminó provocando la extinción de los dinosaurios. En ese entonces compartimos detalles de lo que ocurrió hace 66 millones de años declarando el fin del periodo cretácico. Sin embargo, por más dramático que haya sido ese episodio, no estuvo ni cerca de ser la mayor extinción masiva del planeta.
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Mucho antes de esa época se dio una mayor extinción masiva de proporciones colosales. Esta fue catalogada por los científicos como la «Extinción Masiva del Pérmico-Triásico» y ha sido comúnmente llamada «La Gran Mortandad». Destaca tanto porque hace 250 millones de años se esfumaron un 95% de las especies vivientes del mundo.
Hasta ahora había sido un misterio qué había sido tan increíblemente letal como para provocar eso. Solamente se tenían ciertas hipótesis como por ejemplo el impacto de otro asteroide de gran tamaño. Por eso es importante el último descubrimiento que realizaron científicos de la Universidad de Cincinnati y la Universidad de Geociencias de China. En su documento publicado en Nature Communications señalaron que este hecho se debería a una intensa actividad volcánica.
¿Cómo llegaron a esta conclusión? Básicamente se realizaron hallazgos de mercurio que demostrarían que este fue expulsado por volcanes en esa época. Esto lo lograron al datar las rocas que encerraban los dientes de unos animales parecidos a las lampreas llamados conodontos. Allí habría presencia de mercurio que fue depositado precisamente hace 250 millones de años.
Así, lograron determinar cómo ocurrió más o menos la brutal extinción:
Cambios de temperatura, acidez y más
Se supo que una gran serie de erupciones ocurrió en una región conocida como los Traps Siberianos, actual Rusia central. Dichas explosiones ocurrieron principalmente de fisuras ubicadas en el suelo que terminaron quemando grandes depósitos de carbón. De esa forma se liberó mercurio a la atmósfera que terminó cayendo como lluvia y siendo parte de los sedimentos marinos.
Por otro lado, las gigantescas erupciones liberaron más de 3 millones de kilómetros cúbicos de ceniza a la atmósfera durante ese periodo. Para ponerlo en perspectiva, la erupción del St. Helens en EE.UU. en 1980 liberó solo 1 kilómetro cúbico. Aun así, esto bastó para que cayera ceniza al suelo en estados a medio país de distancia.
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Por supuesto, esto tradujo en una cantidad brutal de gases de efecto invernadero. Tanto así, que la temperatura promedio del planeta alcanzó a subir al menos 10 grados. Mayores temperaturas junto a lluvias ácidas en los océanos no fueron nada benéficas para las criaturas vivientes. Sin embargo, probablemente el cambio de temperatura resultó siendo lo más letal.
Los científicos agregan que lo que terminó matando tantos seres vivos fue la duración de este periodo. Se cree que duró menos de un millón de años, por lo que es de esperarse una extinción masiva tan grave.