¡Hoy es viernes de vestibles! Además de tener en nuestras manos el Versa Lite durante esta semana, también nos llegó el integrante más pequeño de la familia de relojes inteligentes de Fitbit: el Inspire HR.
Por supuesto, la comparación con su hermano mayor es bastante injusta: el Inspire HR es la opción más compacta y de pantalla monocromática, mucho más parecido al Charge 3, que también revisamos en su momento.
Si recuerdan dicho reloj, les podemos decir que sus dimensiones son mucho menores, con casi la misma funcionalidad. Pero vamos por parte.
Principalmente deportivo
Fitbit es una marca transversalmente deportiva. Sus vestibles tienen todo lo necesario para trackear muchos tipos de ejercicio, y el Inspire HR no es la excepción. La ventaja que tiene éste modelo por sobre los demás es su tamaño y peso: es totalmente imperceptible para la muñeca y la mayor parte del tiempo ni siquiera notas que lo tienes puesto.
Tampoco es una carga a la hora de salir a correr o hacer ejercicios como levantar pesas o usar las máquinas del gimnasio. Esto es especialmente importante a la hora de usarlo para dormir, donde muchos de nosotros usamos este tipo de vestibles para medir nuestro sueño.
Volviendo a la capacidad deportiva, el Inspire HR está limitado a seis actividades: Correr, Bicicleta, Nadar, Pesas, Trotadora e Intervalómetro, que te permite hacer ejercicios que necesitan repeticiones (como abdominales, lagartijas, etc.). Debo decir que si bien la lista suena limitada, pero para alguien que practica deporte de manera ocasional y quiere mejores datos, es más que suficiente.
Desde la experiencia de haber usado varios tipos de vestibles, les puedo decir que los de Fitbit tienen un problema muy común: usualmente la medición no es 100% correcta, sobre todo en los casos más sensibles como el podómetro. Esto se repite en éste reloj, aunque de manera igual de regular que el Charge 3, por lo que lo considero un avance dado que es bastante más pequeño.
Un reloj no tan dependiente
En lo que respecta a la conectividad, Fitbit no ha cambiado ni para bien ni para mal: la aplicación sigue siendo la misma de siempre, con tus datos a la mano de manera totalmente simple. Si en algo es posible criticar el reloj -crítica que se repite en el resto de wearables de la marca- es que no hay conectividad con los sistemas de salud de Google, Apple y Samsung.
La otra crítica es la que venimos haciendo todos los años: la compra de Pebble por parte de Fitbit no se tradujo en mejoras para la interfaz del reloj ni en la capacidad de personalización en la que Pebble tenía terreno ganado. Además, no tiene una real integración con tu teléfono en cuanto a notificaciones o llamadas.
Por otro lado, el Inspire HR si contiene otros elementos que no necesitan un smartphone, como la muy útil función de relajación: respiras dos o cinco minutos en intervalos bastante agradables, con una vibración que te indica si debes inhalar o exhalar.
Además, puedes programar una alarma en el reloj y despertar con una vibración, algo útil para los que lo llevamos en la muñeca hasta durmiendo.
La batería me duró casi 6 días con un uso bastante regular y ejercicios ocasionales, una ventaja respecto a casi toda la competencia y sobre los mismos datos de Fitbit, que te aseguran cinco días de uso intensivo.
Conclusiones
El Inspire HR tiene la ventaja de ser uno de los relojes más económicos de la marca: CLP$99.999 en el mercado chileno, los que probablemente bajarán en algunos meses más.
Si tienes un reloj Fitbit como el Charge o el Versa, no considero necesario cambiarse. Sin embargo, si estás considerando este vestible como alternativa a pulseras deportivas como las de Garmin, sólo el precio debería ser factor.
Está claro que, a pesar de los diversos compromisos, el Inspire HR es más simpleza que cualquier otra cosa. Y a veces, sólo se necesita simpleza.
Corrección: una versión anterior de esta nota señalaba el Inspire HR como el reloj más económico de Fitbit, sin embargo el Inspire -a secas- se lleva ese título, a $69.990 en Chile.
