Durante años la Luna se ha visto como un destino tan atractivo pero a la vez relativamente tan complejo de alcanzar que numerosos ojos han posado sobre ella su mirada ambiciosa para ser los primeros en establecerse allí. No estamos hablando de las repetidas ocasiones en las que EE.UU. ha mandado astronautas, sino de proyectos futuros para establecer la primera base lunar de la historia.
Uno de los interesados en lograr la hazaña es Japón. De hecho, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) ya tiene un proyecto para hacer realidad esta idea próximamente. Se trata de una iniciativa en conjunto con la compañía Kajima Corporation y tres universidades: Shibaura Institute of Technology, The University of Electro-Communications y Kyoto University. ¿Cuál es la idea? Construir la base en la Luna de forma completamente remota.
Realizar la construcción con personal humano en la Luna es algo muy poco factible. Llevar astronautas para vigilar de cerca las obras sería algo demasiado caro de mantener debido a lo que puede durar el proceso. Por lo tanto, hacer un sistema autónomo que requiera poca vigilancia humana es lo que le daría vida a la idea.
¿Cómo será el proceso?
Esto no es algo nuevo, pues el proyecto ya lleva tres años de desarrollo. De hecho, las pruebas para verificar la autonomía del sistema en el que se ha trabajado ya se están llevando a cabo en el país nipón.
Por ahora se ha trabajado en una excavadora con instrumentos que le permiten trabajar por su propia cuenta al analizar la posición y la dirección en la que se mueve. Además, está equipada con la tecnología adecuada para ser operada de forma remota desde la Tierra. Esto, con el fin de ayudarla a hacer ciertos movimientos precisos y lidiar con retrasos de comunicación de entre 3 y 8 segundos.
Las máquinas deberían ser capaces de armar la estructura por su cuenta. Así, tendrían las tareas de preparar el terreno, hacer excavaciones, instalar el módulo y protegerlo con una capa de polvo lunar. Esto último tendría el fin de protegerlo de la radiación y posibles meteoroides. Sin duda nadie querría que un daño dejara salir todo el oxígeno del interior del módulo.
Las pretensiones de Japón para llevar astronautas a la Luna se ubicarían en el año 2030. Para ese entonces su proyecto de construcción en el satélite ya debería estar finalizado.