Game of Thrones nos sigue manteniendo en la orilla de los asientos con cada nuevo episodio de su última temporada. Y todo apunta a que la trama se pondrá cada vez más cardíaca.
El pasado domingo con A Knight of the Seven Kingdoms fuimos testigos de algunos reencuentros y giros bastante emotivos que parecen marcar la antesala para lo que será una carnicería trágica.
Pero en una de las escenas más aparentemente casuales también fuimos testigos de un cambio drástico en el canon de las novelas.
Estamos hablando del origen del apodo de Tormund. Conocido desde siempre como Matagigantes (Giantsbane) vimos cómo intentó impresionar a Brienne, contando la historia detrás del nombre:
Me llaman Matagigantes, ¿quieren saber por qué? Cuando tenía 10 años, maté a un gigante. Después me subí a la cama con su esposa.
Toda esa escena correspondió a un tono cómico en donde los intentos de conquista de Tormund no llevaron a ningún lado. Pero los más fans se habrán percatado que la historia original no iba así.
En el tercer libro de la saga, Tormenta de Espadas, George R.R. Martin describió un origen un tanto distinto para el sobrenombre de Tormund, como bien señalan los colegas de The Verge.
En la novela se describe cómo en su juventud el barbudo quedó atrapado en una tormenta de nieve más allá del Muro. Ahí, en medio de la nada se encontró con una gigante dormida a la que le abrió el vientre de un tajo para meterse en sus entrañas y mantenerse caliente.
Luego, supuestamente la gigante despertó y lo vio, creyendo que era su bebé. Por lo que lo habría amamantado por tres lunas. Al final escapó y no mató a la gigante. Pero gracias a eso se ganó el apodo por todos conocidos.
Como vemos la historia es un tanto distinta. Aunque conserva algunos de sus tintes absurdos.