La nieve de la Cordillera de los Andes está siendo afectada por contaminación, situación que estaría provocando un aumento en la velocidad de como se derrite esta. Todo esto según un estudio realizado por diferentes universidades nacionales en colaboración con el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), el cual fue denominado como«Carbono negro en la Criósfera Andina».
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Al parecer, ocurre algo similar en los polos como en las diversas reservas de agua dulce que existen en las montañas, ya que la contaminación registrada en la nieve genera que esta se derrita a un ritmo acelerado, afectando claramente las reservas de agua dulce y poniendo en riesgo el sustento principal de agua para los habitantes en general.
El estudio se llevo a cabo en diversos sectores de la cordillera, desde la zona de Putre en el norte hasta Osorno en el sur. Además, en cada lugar donde se realizaba las investigaciones se sacaban muestras de un kilo de nieve, equivalente a dos litros de agua aproximado, para luego ser derretidas en un horno microondas y realizar el posterior análisis filtrando el liquido. El color final obtenido arrojaba los niveles de contaminación en el agua.
Nieve y su derretimiento acelerado
La contaminación ambiental sería la gran causante de este fenómeno, ya que la combustión de diferentes elementos como el diésel, los incendios y la leña generan que una gran cantidad de carbono se deposite en ella. Esto sería la principal razón para que se registre un cambio de color en las acumulaciones de nieve, haciendo que absorba mayor cantidad de radiación solar aumentando su temperatura y por ende su velocidad acelerada en el derretimiento.
Las muestras de nieve analizadas fueron obtenidas a diferentes alturas, en las cuales se registraron diversas acumulaciones de hollín de carbono en su interior. Los lugares donde fueron detectados las mayores cantidades de impurezas fue en el norte del país y en zonas cercanas a la ciudad de Santiago.
Sectores como el Cajón del Maipo, Valle Nevado y La Parva registraron altas concentraciones de hollín de carbono en los análisis, en especifico más de 100 nanogramos del polvo contaminado. En otros sectores menos contaminados se registraron cantidades menores de nieve contaminada, específicamente con solo 20 nanogramos en total.
Finalmente para el académico de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, la nieve de la cordillera en su totalidad no registraría tanta contaminación si se compara con otros lugares como el Ártico canadiense o Alaska, por ejemplo, si no que esta solo sería en sectores específicos.
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Para Cordero, los resultados finales del estudio no explican sucesos como el deterioro de los glaciares ni la pérdida acelerada de nieve en la cordillera nacional, si no que esto sería causado por el daño acelerado causado por el cambio climático.