¿Sientes que con cada anuncio de un nuevo teléfono el tuyo se va desintegrando? Probablemente no, pero para el mercado sí, porque los terminales con Android se han devaluado y harto.
Un estudio de BankMyCell muestra con especial énfasis el caso del Galaxy S9, que tuvo un precio de salida de USD $720 en marzo del año recién pasado y ahora cuesta USD $290 (evidentemente hablamos del mercado norteamericano).
Lo anterior representa una caída de casi un 60%, y además se apunta que solo en el primer mes se devaluó un 10%. Dado lo cual el estudio toma esta línea de teléfonos como el peor negocio para una posterior reventa.
El ejemplo con el que se compara como la barra de la no-devaluación económica es el iPhone X, que tuvo un gigantesco precio de lanzamiento de USD $999, que impactó mucho al mercado en su momento, pero pasados los mismos meses donde el S9 se devaluó un 60%, el dispositivo de la manzanita solo había perdido casi un 31% (período de 9 meses).
Ahora, desde ya advierten que eso suele pasar con los gama alta Android y que los iPhone mantienen un buen precio solo en el período desde 9 meses a un año de lanzamiento, para después bajar de manera más estrepitosa.
Todos estos son factores grandes a considerar cuando se compra un equipo. Quizás lo más sensato es ir por un S9 ahora, dado que están «tan baratos» y no dejarse llevar mucho por los precios de lanzamiento. Nadie se salva de la rápida devaluación en un mercado que avanza tan cochinamente rápido.
¿Qué lanzamientos se vienen? En lo inmediato el Galaxy S10 ya se empieza a vender en América Latina, mientras que el 26 de marzo veremos de manera oficial el Huawei P30 y P30 Pro en Paris, Francia.