El tiroteo en Nueva Zelanda que dejó cerca de 50 víctimas fatales detuvo al mundo entero por un momento, y es que no había pasado que uno de estos enfermos transmitiera en vivo y en directo del hecho por la red social más utilizada del mundo: Facebook.
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Dada la gravedad del asunto y el hecho de que el autor lo diseñó específicamente para ser viral es que las redes sociales han tenido la compleja labor de borrarlo y moderarlo, unas con mayor éxito que otras.
Facebook detalla que un no menor 20% de los videos se les escapó, a través de su cuenta de Twitter.
300.000 videos, una cifra no menor se les escaparon, y eso que además de estar usando moderadores humanos (que deben haber quedado bastante afectados), usaron herramientas de detección de imagen y sonido.
A pesar de todo el esfuerzo, cualquiera que hubiera querido ver el video lo podía hacer en Facebook, la red donde se hizo más simple acceder, además de ser el lugar que alojó la transmisión principal.
Otra horrible mancha en la historia de la red de Zuckerberg, aunque a esta altura, ya no esperamos nada bueno y la vara para las cosas malas que han pasado ha bajado tanto que no sorprende.