Algunos animales poseen increíbles habilidades regenerativas. Por ejemplo, las lagartijas son capaces de recuperar su cola después de que esta se desprenda. No es el único caso, pues también las medusas y las estrellas de mar tienen capacidades excepcionales en este sentido. La forma de cómo esto ocurría era desconocida hasta hace poco, y ahora la ciencia acaba de identificar cómo se da el proceso desde el ADN.
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El estudio se dio en la Universidad de Harvard y publicado en Science. En el procedimiento se dedicaron a analizar el código genético de varios gusanos pantera, quienes tienen la habilidad de regenerar sus cuerpos incluso después de ser cortados por la mitad. La idea de esto era descubrir cómo desde su ADN se activaba la respuesta de regeneración.
Así, encontraron que un tramo de ADN no codificante era el responsable de este proceso. Normalmente se consideraba esta información genética como inútil al no codificar aminoácidos como el resto del ADN, por lo que el hallazgo fue impresionante. Se supo entonces que esa información terminaba activando un gen llamado EGR (Respuesta temprana de crecimiento). Esto es algo muy importante, ya que el gen se considera el «interruptor» de otros genes involucrados en la regeneración.
El concepto de interruptor funciona muy bien en este contexto porque genera una transformación en cómo actúa el ADN de los gusanos. Normalmente este se encuentra muy compacto dentro de las células de los pequeños animales. Sin embargo, cuando se activa la regeneración las porciones del genoma se abren para ocupar más espacio.
«¿Por qué no funciona en humanos?»
Lo curioso del caso es que los seres humanos también tenemos el gen EGR en nuestro código genético. Siendo así, vale la pena preguntarse: «¿por qué no nos regeneramos como los gusanos?»
Este punto es lo que tiene en duda a los científicos. Una hipótesis de la científica Mansi Srivastava, coautora del estudio, podría dar la explicación:
La respuesta puede ser que si EGR es el interruptor de encendido, creemos que el cableado es diferente. Con lo que habla EGR en células humanas puede ser diferente a lo que está hablando en el gusano pantera de tres bandas, y lo que se ha hecho con este estudio es encontrar una manera de llegar a este cableado. Así que queremos averiguar cuáles son esas conexiones y luego aplicarlas a otros animales, incluidos los vertebrados que solo pueden hacer una regeneración más limitada.
Tal como dijo la científica, el reto es ahora descubrir cómo funciona ese «cableado». De ser así, puede que en un futuro se encuentre una manera de activar estos procesos de regeneración en animales vertebrados. Quién sabe, si somos ambiciosos podría llegar el día en que un ser humano tenga esta capacidad.