La historia de la robótica ha alcanzado un nuevo logro histórico. Mucho más trascendente que el trasero autómata de Ford. La humanidad ha creado por fin un robot capaz de jugar sin fallos al Jenga.
PUBLICIDAD
Todo se lo debemos a un grupo de ingenieros y científicos del MIT. Quienes han logrado trasladar el uso de los sentidos del tacto y la vista a un algoritmo; que estima todos los escenarios posibles para hacer el movimiento preciso que no derrumbe la torre.
El robot construye grupos; luego desarrolla y aprende modelos para cada uno de estos grupos. En lugar de aprender un modelo que abarque absolutamente todo lo que podría suceder.
Así es como Nima Fazeli, responsable del proyecto, explica en general el funcionamiento de este robot experto en el Jenga.
Lo interesante es que estos modelos fueron aprendidos a partir de que el robot jugó varias partidas y fracasó al derrumbar la torre.
Los científicos simplemente pusieron una serie de sensores de fuerza en el brazo y le permitieron explorar el juego. Permitiendo que aprendiera a partir de sus errores.
Todo esto en vez de usar técnicas tradicionales de aprendizaje automático para capturar todos los escenarios posibles.
Al final el robot en realidad sólo agrupó los resultados de aproximadamente 300 intentos fallidos. Con eso bastó para que lograse determinar cuáles son las piezas más difíciles de mover. Así como los escenarios posibles en razón de sus movimientos.
PUBLICIDAD
Obviamente el robot no es perfecto y falta mejorar aún más su desempeño. Pero es un primer paso importante.