Cuando creíamos que la guerra comercial entre Estados Unidos y China iba a dar un poco de tregua, el gobierno del país asiático se cuadro con Huawei en televisión abierta.
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Según informa AP, el llamado gubernamental fue dirigido a Estados Unidos con un claro mensaje: «Dejen de lado sus medidas poco razonables».
Esto por el arresto de la hija del fundador de la compañía, Meng Wanzhou, que sigue en Canadá bajo arresto domiciliario, mientras Estados Unidos planea pedir la extradición y seguramente los de Trudeau no tengan problemas en concederla.
El Departamento de Justicia estadounidense presentó una serie de acusaciones contra Huawei, todas dirigidas principalmente a ingenieros de la compañía por sacar fotos de un robot de T-Mobile, pero nada que refiera al supuesto ciber espionaje o lazos con el gobierno chino, como han deslizado a través de los años en Estados Unidos, sin pruebas contundentes.
Este robot de pruebas llamado Tappy es el centro de las acusaciones americanas, siendo un caso sucedido en 2012, pero al parecer eso de que Huawei «es un aliado del gobierno comunista y trabajan mano a mano con ellos para cometer espionaje» no es tal.
Desde ya, Huawei niega todas las acusaciones contra ellos o sus empresas afiliadas, como Skycom, que según Estados Unidos vendió equipos de telecomunicaciones a Iraq en pleno bloqueo estadounidense. Es por eso que el gobierno de Trump tiene detenida a Meng Wanzhou, pero el gobierno oriental están plenamente confiados en que la corte llegará a la conclusión de que no han hecho nada malo.
Este tema seguirá dando y dando, está lejos de acabar.
