Hace algunos años que la empresa china Royole viene exhibiendo sus paneles flexibles en CES y está muy bien, pero su celular plegable llamado FlexPai es un desastre.
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Desde lejos se ve como un concepto interesante, pero al poner tus manos y ver más de cerca la cruda realidad se hace presente.
El concepto es simple: Tienes una tablet de 7.8 pulgadas que puedes plegar para obtener un dispositivo más pequeño muy incómodo de usar.
Lo primero es la pantalla, donde la calidad del OLED utilizado te recuerda a los primeros intentos de Samsung: totalmente reventado y con colores que no corresponden, además de fugas de luz por los costados.
Además al tenerlo plegado se forma una suerte de «V» con todo el terminal, lo que hace que cualquiera de los lados que utilices esté inevitablemente inclinado.
Como si fuera poco, al estar extendido en modo tablet se nota «estrés» en la parte de la flexión, con los colores cambiados y hasta algo de granulación en la pantalla.
Por cierto, cada vez que lo doblas sientes que inevitablemente lo vas a romper. Te hace transpirar frío.
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Por último, la capa de Android que utiliza funciona horrible y al celular le cuesta mucho saber en qué posición lo estás utilizando, llevando a cuelgues u horribles demoras para volver a la normalidad.
Este equipo ya está a la venta en la web de la compañía y cuesta más de 1300 dólares. Un desastre.
