Para nadie es un secreto el hecho de que como especie estamos produciendo más desechos de lo que nos convendría si planeamos seguir viviendo en este planeta. Si bien somos conscientes de que los elementos plásticos están haciendo un daño incalculable a los ecosistemas, ellos son solo una parte del problema. De hecho, una categoría que también está siendo fuente de preocupación es la basura electrónica.
Recientemente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo Monetario Internacional (FEM) advirtieron sobre la monumental cantidad de basura electrónica que estamos produciendo. Por increíble que suene, en 2018 produjimos unas 50 millones de toneladas.
Si no dimensionas esa cantidad, debes saber que equivale a unas 4.500 torres Eiffel. Si lo ponemos desde otra perspectiva, es más que la suma de todos los aviones comerciales fabricados en la historia.
El problema es que la basura electrónica puede ser realmente tóxica, especialmente las baterías. Además de eso no es biodegradable, lo que supone una grave incomodidad para el planeta. No obstante, eso no quiere decir que no puedan haber soluciones.
¿Qué se podría hacer?
Expertos de todo el mundo opinan que debe cambiar la forma en la que se trata a la basura electrónica. Por eso se sostiene que debe haber un cambio en la economía a un esquema más ‘circular’. Esto es algo que defiende Ruediger Kuehr, director del programa de la Universidad de las Naciones Unidas para Ciclos Sostenibles:
Básicamente, habría que reutilizar los desechos electrónicos que estamos produciendo. Según el informe, actualmente solo un 20% de la basura electrónica está siendo reutilizada formalmente. Mientras tanto, existen millones de personas que se dedican a esta actividad de manera informal. Tan solo en China serían unas 600.000 personas que invierten su tiempo en este tipo de reciclaje.
También se menciona que para 2030 serán desechadas 11 millones de toneladas de baterías. Ante esto, se sugiere utilizar baterías como las de los vehículos eléctricos para otras actividades menos demandantes.
Por ahora no se han establecido planes concretos para combatir directamente este tema. Sin embargo, la advertencia es importante para que tanto compañías como gobiernos reaccionen con tiempo ante esta problemática.