Como regalo navideño se acaba de estrenar en buena parte de América Latina Spider-Man: un Nuevo Universo; o Spider-Man: into the Spider-Verse, por su título original.
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Desde hace semanas se publicaron las primeras críticas extranjeras; en torno a la cinta y francamente las expectativas se volvieron descomunalmente altas. Los halagos en torno a la película eran muy elevados. Y bueno, la hemos visto por fin, y francamente se quedaron cortos.
El proyecto secreto y el hackeo a Sony
Desde de Spider-Man 3 (2007), Sony parecía haberse vuelto un estudio experto en arruinar cada nueva producción cinematográfica sobre el Hombre Araña.
La crisis llegó a un grado tal que tuvo que intervenir Marvel para rescatar el destino del personaje. Pero mientras, en medio de todo el caós con Andrew Garfield. El estudio preparaba un proyecto secreto con la ambición de corregir todo: una cinta animada.
Desde 2014, cuando sucedió el hackeo a Sony, se filtró que la compañía trabajaba ya en una película animada sobre el trepamuros.
En ese momento se hablaba que sería una comedia, contando como equipo creativo central con Chris Miller y Phil Lord. Los mismos locos detrás de 21th Jump Street y The LEGO Movie.
Hoy comprobamos que todo esa era cierto. Pero que el objetivo real de la cinta era mucho más grande que sólo armar un producto para niños.
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Spider-Man: Un Nuevo Universo podría ser la mejor película animada del año, y tal vez la mejor del Hombre Araña
El subtítulo de arriba es kilométrico, pero también es necesario y será más que cierto y merecido; para los amantes que han crecido toda su vida acompañados por este personaje.
A nivel técnico la animación termina logrando en conjunto una experiencia espectacular. Donde la fluidez arrítmica de los movimientos y el montaje de las transiciones la convierten en un cómic viviente.
Esta conjunción puede lucir extraña en los primeros minutos. Pero conforme avanza la historia y se entrelazan los mundos descubrimos que la apuesta permite mezclar casi cualquier combinación estética y salir victoriosa.
Pero eso sólo es lo que compete al aspecto técnico. En el narrativo y dramático es donde la cinta logra su mayores logros.
Spider-Man es tal vez el más humano, cotidiano y empático de todos los superhéroes contemporáneos. Es un tipo que tiene un gran poder (con una gran responsabilidad); pero también es alguien que sufre para pagar la renta, que tiene conflictos familiares; que lucha por tener una vida social y encontrar su lugar.
Ya sea un genio adolescente, un joven que se acaba de cambiar de escuela, un inadaptado, un huérfano, un joven que inicia su vida laboral, un chico que busca conquistar a la chica (o viceversa), o alguien que sin querer defrauda a sus amigos. Pero busca hacer lo correcto.
Así, Spider-Man es un personaje universal en las múltiples encarnaciones que le hemos conocido en cómics, películas, series animadas y hasta videojuegos.
De modo que gracias a ello hay un Hombre Araña en el que todos podemos vernos reflejados y sentir como propios sus conflictos, sus emociones, sus angustias y sueños.
Ese factor justamente es el que explota de manera brillante Spider-Man: Un Nuevo Universo. Y con ello nos regala una película que seguramente marcará a generaciones completas de espectadores. Particularmente a los niños.
Es también un carta de amor
El Spider-Man de Miles Morales le habla directamente a una clase de jóvenes. Mientras que el retrato de Spider-Gwen lo hace a otro sector. Y cada personaje igual conectará con alguien.
Los que crecimos con la trilogía de Sam Raimi encontraremos aquí muchos guiños y momentos de nostalgia. Pero también una versión de Peter Parker cuyos problemas emocionales hacen eco con nuestra vida personal como ahora adultos.
Sin embargo, aún así, encima de todo, Spider-Man: Un Nuevo Universo puede ser descrita como una auténtica carta de amor a la leyenda de este superhéroe. Escrita por fans y para los fans.
Captura perfectamente la esencia de qué representa y quién es este personaje de nuestra mitología moderna. Para volverse así el mayor testamento sobre el poder y la relevancia de Spider-Man en la cultura contemporánea
Lo que hace especial a esta película es su amor por el trepamuros.
Y sí, revitaliza el gastado género de las películas de superhéroes.
Y sí, merece absolutamente que la vean en una sala de cine.
