Marcelo Valenzuela trabaja en el Laboratorio de Investigación Aplicada del Centro NIC Chile y hace tres años mapea la fibra óptica de Chile. Durante este tiempo, ha hecho interesantes hallazgos
Todo partió en 2010, con el terremoto. Querían descubrir por qué un buen porcentaje (60%) de la infraestructura de Internet se cayó para ese entonces. Con el tiempo, surgió la idea de hacer el mapa y Valenzuela se puso manos a la obra.
Un informe de LUN relata cómo el informático recorrió 350 comunas y más de 24 mil kilómetros, intentando conocer el estado de la fibra.
¿Qué descubrió? La fibra óptica se concentra en los caminos principales de la Ruta 5 (carretera popular en el país), y las compañías la hacen pasar por los mismos lugares. De esta forma, si, por ejemplo, un camión choca contra un poste, “todo el mundo se queda sin Internet”, dice el ingeniero.
Por otro lado, evidenció la necesidad de algunas islas de contar con fibra óptica submarina y la existencia de más de 50 comunas que no tienen este tipo de fibra.
El plan final del ingeniero es que todas las plazas de armas cuenten con dos fibras ópticas y que haya tres fibras ópticas para las capitales de provincias. Todo, con el fin de que el Internet sea estable, sobre todo en situaciones de emergencia.