El actor Sylvester Stallone tomó por sorpresa al mundo hace una horas con el anuncio de su despedida del papel de Rocky Balboa.
Desde el estreno de la primera película en 1976 este boxeador se ha convertido un ícono de la cultura popular. Y sus películas son un perfecto ejemplo de «malas películas que son geniales».
Los académicos y críticos más quisquillosos podrán encontrarle toneladas de defectos y pero a la saga cinematográfica de Rocky. Pero el personaje es una leyenda, junto a Sylvester Stallone.
Así que a manera de tributo merecido elegimos aquí nuestros 10 momentos más memorables de la saga de Rocky. Sin ningún orden de jerarquía o importancia por cómo aparecen. Todos son geniales:
1.Los montajes de entrenamiento
Rocky y Sylvester Stallone convirtieron el montaje de entrenamiento en casi una obra de arte. Desde su inclusión en la primera cinta se ha vuelto una marca distintiva de cada entrega. Y ha sido copiado y parodiado por todos. Así de grandes son. Es imposible elegir sólo uno. Así que aquí están todos.
2. Los 15 rounds contra Apollo Creed
Este momento gira en torno a un spoiler grande de la primera cinta. No lean este punto ni el siguiente si no han visto Rocky I. Pero la gran gracia de la pelea climática contra Apollo Creed es que en más de una medida rompe nuestras expectativas.
Toda la trama promete un duelo descarnado y contundente donde Rocky debía erigirse al final en un baño de sangre como el campeón absoluto. Eso es lo que nos enseñó el cine. Pero Rocky rompe esa regla tensando el hilo al máximo en esa escena de lucha.
3. «Adrian!»
Derivado del punto anterior. Esos últimos 30 minutos son los que cimentaron la leyenda de Rocky. Como espectador esperas que nuestro héroe sea elegido el campeón. Pero a él no le importa nada. Sólo ella.
4. La novia robot de Paulie (y todos los chistes de la saga)
Uno de los puntos más admirables de Rocky es su sentido del humor. En el fondo también funciona como una comedia de alto calibre; y los chistes metidos en la trama le dan un gran ritmo. Nuestra escena favorita (y la más tecnológica) es la del robot de Paulie. Pero hay bastantes.
Para este punto la saga (Rocky IV) ya era casi una burla sobre sí misma. Y era perfecta así.
5. El bromance entre Rocky y Apollo Creed
En un giro inesperado. Para Rocky III el máximo enemigo se convierte en amigo entrañable. El encargado de que Rocky reencuentre el camino.
La película nos regaló uno de los montajes de entrenamiento más extensos. Con una canción que se volvió un clásico. Pero en sí aquí destacamos que la relación entre estos dos plantó la semilla para la evolución actual de la franquicia. Con Creed.
6. ¡Rocky vs. Mr. T!
No hay más qué decir. Clubber Lang es uno de los villanos más entrañables de este género. Es tan engreído que al momento culmen de la pelea por fin se nos regala ese clímax interrumpido con Rocky I. El duelo final de Rocky III es un clásico pero toda la película no tiene desperdicio.
7. «I must break you»
Esto fue inesperado. El mundo estaba hirviendo por los últimos tiempos de la Guerra Fría y Rocky vs. Rusia parecía el movimiento patriótico adecuado.
El inicio de Rocky IV rompe las reglas y sube la tensión al límite. En ese sentido Ivan Drago es casi un enemigo perfecto. Y eso lo hizo pasar a la historia. Con todo y los efectos de sonido cada vez más exagerados.
8. La pelea callejera de Rocky V
Se suponía que este era el final de la saga. De modo que resulta poético que el último duelo de nuestro héroe sea lejos del ring. En una burda y sucia pelea callejera, donde al final redime la búsqueda por su esencia. La película podrá tener mil defectos. Pero este final vale el recorrido.
9. Eye of the Tiger
Muchos creen que esta canción proviene de la primera película. Pero en realidad es la pieza central de Rocky III.
La canción fue solicitada por el propio Sylvester Stallone a los chicos de Survivor; luego de que Queen se negara a prestarle los derechos por Another One Bites The Dust.
Fue lo mejor que le pudo suceder a Rocky.
10. Creed: «para probar que no soy un error»
Rocky Balboa (o Rocky VI para efectos prácticos) tiene grandes momentos. La gran mayoría de ellos dramáticos. Como ese genial diálogo entre nuestro héroe y su hijo.
Pero en realidad Creed es el milagro inesperado. Cuándo creíamos que ya estaba todo contado sobre este personaje Stallone volvió; con una nueva generación de actores, cineastas y guionistas.
Para regalarnos una cinta que revivió el mito y lo potenció aún más. Creed es una clase magistral sobre cómo expandir una saga sin autoplagiarla descaradamente. En ese aspecto es muy superior a The Force Awakens.
Ahora, con Creed II el consenso general es que se trata de una de las mejores secuelas de todos los tiempos.
Elegimos esta escena porque condensa perfecto esa mezcla entre el drama y la emoción violenta de sus peleas.
El legado de Rocky está en buenas manos.