Facebook y otras redes sociales se han convertido en auténticos semilleros de noticias falsas, discursos de odio e información manipulada. Por ello no extraña que se mantengan en constante cambio con su interfaz. Ni que haya salido hasta el Príncipe William a criticarlas.
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Podría parecer una historia banal, o propia de una revista de cotilleo. Pero el miembro de la realeza habló ante la BBC sobre el tema. Y en realidad tiene algunos puntos interesantes que vale la pena abordar.
Particularmente su perspectiva sobre cómo los dueños y ejecutivos administradores de esta plataforma se han visto superados. Faltando a su responsabilidad y fomentando indirectamente esta situación nociva en sus redes sociales:
[Las redes sociales han permitido que] la desinformación y la conspiración contaminen la esfera pública. Su imagen propia está tan arraigada en su poder positivo para el bien; que parecen incapaces de participar en una discusión constructiva sobre los problemas sociales que están creando ellas mismas.
Las herramientas que utilizamos para felicitarnos mutuamente por los logros y éxitos también se pueden usar para normalizar el odio.
Los sitios web que utilizamos para mantenernos conectados pueden, para algunos, crear sentimientos profundos de soledad e insuficiencia.
El príncipe afirmó que las compañías detrás de las redes sociales más populares del planeta tienen mucho qué aprender sobre la responsabilidad.
Para cerrar haciendo un llamado a que encuentren una forma de mantener el lado positivo de estas conexiones entre personas. Sin sus consecuencias negativas.
¿Mark Zuckerberg tiene la culpa de usar toda nuestra información que le dimos para venderla al mejor postor?
