Hace un año en Munich, Huawei lanzaba el Mate 10 Pro, un equipo que además contó con una versión especial pensada para la empresa de dicho país, Porsche.
Ese mismo equipo fue lanzado con bombos y platillos meses después en Estados Unidos, donde la marca planeaba una expansión brutal a través de AT&T, pero el día de la presentación, fueron traicionados.
AT&T y otras operadoras fueron «obligadas» a cerrar todo tipo de contrato con Huawei, ya que de acuerdo a la administración Trump, son una suerte de «espía del gobierno rojo».
Lo pensábamos alocado, pero Estados Unidos tiene muchos amigos alrededor del mundo y ustedes saben, Huawei no solo hace celulares. Tienen décadas de experiencia en infraestructura ligada a las telecomunicaciones y todo el mundo se prepara para recibir el 5G, que al menos en Australia y Japón no podrán poner, fueron prohibidos.
¿Por qué? Según informa Reuters, la jurisdicción china a la cual se somete Huawei por ser de dicho país les obligaría a entregar información privada de cualquier tipo en pos de «la seguridad nacional» y eso se extiende a infraestructura en otros países. Si tienes la forma, lo debes hacer.
Entonces Estados Unidos, Japón y Australia ya los tienen borrados, los dos últimos solo en infraestructura eso sí. Ahora un gran amigo de la marca, Alemania, sería el siguiente.
La misma fuente cuenta que congresistas alemanes están sumamente preocupados de que sea esta marca la que tome las riendas de la infraestructura de telecomunicaciones del país y que si otros los han prohibido, por algo será, básicamente.
Se han atrasado las licitaciones en el país teutón y otras alas políticas creen que está simplemente mal dejar fuera a proyectos solo por proceder de un país determinado. Al final de cuentas, los beneficiados son Ericsson y Nokia, las otras marcas con capacidad de desplegar una red a nivel nacional, que por ahora seguramente ven con buenos ojos estas polémicas.